PROGRESO.– Ayer empleados del Centro de Salud organizaron una emotiva despedida para cinco compañeras de trabajo quienes se jubilaron luego de laborar más de 30 años en el Centro de Salud con Servicios Ampliados (Cessa) de este puerto.
La despedida fue para las doctoras Virginia Estrella Pinto y María Concepción Centeno Esquivel quienes prestaron 30 años de servicios, así como las enfermeras Leonilda Catalina Montalvo Chi, 34 años; Lilia Leonor Carvajal Zambrano, 35 años, y Aida Acevedo Montañez, 39 años de labores, respectivamente.
Según informaron, las tres profesionistas comenzaron a trabajar en el antiguo edificio del Centro de Salud, en la calle 21 con 76, que ahora ocupa el DIF Municipal.
A las 12:30 del día en la sala de usos múltiples de la clínica, el personal médico y administrativo se despidió de las jubiladas y el director, Sergio Bates Angulo, les dio reconocimientos.
“Hay sentimientos encontrados, felicidad porque compañeras reciben merecida jubilación por sus años de servicio, pero también de tristeza porque se van excelentes médicas y enfermeras de la vieja guardia que dieron su mejor esfuerzo en el Centro de Salud”, dijo el director.
Recordó que durante una época las enfermeras barrieron y trapearon la clínica, ya que no había intendentes.
Las enfermeras Leonilda Montalvo, Lilia Carvajal y Aida Acevedo recordaron que cuando azotó el huracán “Gilberto” el 14 de septiembre de 1988 se acuartelaron en el edificio de la 21 con 76 y afrontaron los embates del poderoso meteoro.
Relataron que ese día a las 9 de la mañana una mujer con trabajo de parto ingresó, una hora después dio a luz a un niño y a las 4 p.m., cuando el agua inundaba la clínica, arroparon a ambos porque todos desalojaron el edificio y fueron a otro sitio.
No se fueron a sus casas, sino al Palacio, donde arribaron familias desalojadas de la ciénaga que requerían atención médica.
Cuando azotó el huracán “Isidoro” el 22 de septiembre, las jubiladas estaban de guardia en el Centro de Salud.
“El Centro de Salud fue nuestro segundo hogar, pues ahí pasamos muchas horas; ahora que nos jubilamos, vamos a dedicar más tiempo a pasear con nuestras familias”, comentaron.
Dijeron que pasaron momentos inolvidables, de alegría al recibir a un neonato y de tristeza al ver morir a un paciente.
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