PETA protesta contra el consumo de animales vivos

La organización por la defensa de los derechos de los animales PETA ha publicado un nuevo video en el que muestran la práctica de cortar las extremidades de animales como pulpos o langostas cuando aún están vivos.

En el video se puede ver a un chef en el restaurant T Equals Fish de Los Ángeles sujetar a un pulpo y cortarle un tentáculo tras otro mientras se le mantiene con vida porque, tal y como explica el personal de la cocina, un único pulpo puede ser suficiente como para servir varias órdenes de “sannakji” – un platillo de tentáculos de pulpo retorciéndose.

Posteriormente, afirma PETA, el chef encajará su dedo en el pulpo y destrozará sus órganos internos, lo cual podría causar una muerte lenta y dolorosa.

Así, para conseguir y rentabilizar el platillo, el animal debe estar vivo cuando se le cortan las extremidades, fuera de la vista de los clientes. PETA denuncia que dado el gran número de terminaciones nerviosas que los pulpos tienen en los tentáculos, esta práctica les causa un gran sufrimiento.

“Los pulpos tienen sistemas nerviosos sofisticados con abundantes receptores de dolor, por lo que sufren enormemente a cambio de la experiencia fugaz de alguien”, dice Daphna Nachminovitch, vicepresidenta sénior en Investigaciones de Crueldad de PETA.

Además del mencionado, al menos otra docena de restaurantes en EU, principalmente en Los Ángeles y Nueva York, se llevan a cabo prácticas similares por las que se mantienen vivos a los animales mientras se les mutila o se les sirve todavía con vida a los clientes.

PETA ha compartido las imágenes para concienciar a la población y pedir a legisladores que prohiban la que consideran una práctica “repugnante, incivilizada, escandalosamente inhumana y horrenda que consiste en cercenar y servir animales sensibles vivos“.

La organización también ha recopilado videos de otras formas comunes en las que se prepara a los animales vivos, incluyendo el cortarles las colas a los camarones y langostas y servirlos junto con sus propios cuerpos mientras se retuercen o las conocidas como ollas calientes, en las cuales pulpos, langostas y otros animales se cuecen lentamente hasta morir