Vecinos de San Ignacio celebran a su patrono

PROGRESO.–San Ignacio, antigua hacienda henequenera, festejó ayer a su patrono San Ignacio de Loyola en donde además y por ve primera, se realizaron comuniones, de doce pequeños de la comunidad.
Eligio Oxté, habitante de 86 años de edad de esa comisaría, la celebración data de hace 150 años, desde que se comenzó a procesar henequén en los trenes de raspa.
-Cuando nací ya celebraban a San Ignacio, su fiesta grande siempre es cada 31 de julio. Los antiguos dueños de la hacienda lo festejaban en la explanada ubicada en la casa principal, donde a un costado se encuentra la iglesia -recordó Eligio Oxté, después de la misa que ayer ofició el presbítero Patricio Sarlat Flores junto con el Arzobispo de Yucatán, Gustavo Vega Rodríguez.
-San Ignacio -agregó- fue fundado primero que la ciudad de Progreso. Esta comisaría fue una próspera hacienda henequenera que daba trabajo a campesinos de las poblaciones vecinas.
-Mi papá me contaba que en la última semana de julio se festejaba a San Ignacio, dijo.
La misa se ofició a las 12:00 del día en la explanada de la iglesia, donde a un costado se instaló el ruedo para las corridas de toros.
Vega Rodríguez destacó las virtudes de San Ignacio, en donde tuvo lugar por primera vez en la fiesta que se efectuaran primeras comuniones.
Se colocaron toldos que resultaron insuficientes para dar sombra a los habitantes de la comisaría y vecinos de Flamboyanes, Chelem, Tamanché, Kikteil y Dzidzilché que asistieron llevando a los santos patronos de sus comunidades.
El fuerte Sol no fue impedimento para que los feligreses participaran en la misa; se protegieron con sombrillas y también debajo de los juegos y brincolines que se instalaron en la feria.
Al término de la misa, como es tradición, se realizó la procesión a lo largo de la única calle principal. Los fieles partieron de las puertas de la capilla y caminaron hasta la entrada del poblado.
La venerada imagen encabezó el recorrido, le siguió la imagen de la Medalla Milagrosa de Chelem, sede de la parroquia y cuya fiesta anual de verano comienza el viernes 8 de agosto con la bajada. Un grupo de jóvenes con “voladores” en la mano marchó al frente de la procesión, en la que también participaron patronos de comunidades vecinas, la charanga jaranera y el gremio de San Ignacio.