#VivenciasComunitarias: “Las familias comunitarias, ejemplo de unidad”

Por: Jessica Saiden Quiroz *

Si hay algún hecho que destaco dentro de las comunidades, aparte de la educación, es el intacto valor que aún se le tiene a la familia. En las comunidades de nuestro Estado, así como en las de todo el país, es muy evidenciable la unidad familiar que existe; para los integrantes de dichas localidades no hay fortaleza más grande que apoyarse entre ellos, se tienen así mismos y colaboran todos con todos.

Quizás el hecho de estar de alguna manera aislados de tantas distracciones o asuntos triviales hace que se concentren más en la unión y la colaboración entre ellos.

Reflexionando un poco al respecto, me resulta irónico concluir que los que menos tienen son los que más ofrecen, y no me refiero exclusivamente al sentido económico, pues eso es algo intrascendente, sino a lo sentimental, lo espiritual, lo que verdaderamente vale la pena. He visto a familias enteras involucrase en la educación de los hijos, los he visto levantar escuelas comunitarias, participar en la reparación y mantenimiento de las mismas; así como también participar conjuntamente en los asuntos de los mayores, los he visto vivir en familia y me han hecho sentir feliz y ser capaz de dar testimonio de ello.

Los que han tenido oportunidad de acudir a alguna comunidad para convivir con estas familias no me dejarán mentir, pues la hospitalidad, trato, la calidez y amabilidad con la que reciben a sus visitantes, esa sonrisa y felicidad de brazos abiertos con la que reciben a uno no se obtiene en cualquier lado. Cuántos de nosotros hemos sentido la pena de aceptar un plato de comida que con tanto cariño nos ofrecen, alimentos que a pesar de la simpleza de sus ingredientes resultan un glorioso manjar lleno de bondad y generosidad, con un sabor inigualable.
Las familias comunitarias tienen mucho que enseñarnos pues poco a poco en las ciudades se ha ido perdiendo aspectos tan importantes como la inclusión de los padres de familia en los asuntos de los hijos. Cada vez es más común, ya sea por trabajo o por otro tipo de actividades, que los padres se involucren menos en la educación de los niños. Dentro del Consejo Nacional De Fomento Educativo buscamos constantemente preservar la unidad a través de la educación, tan es así que hoy por hoy se atienden también a padres de familia y junto con sus hijos de 0 hasta 3 años 11 meses dentro del Programa de Educación Inicial No Escolarizada en sesiones de capacitación en temas de crianza y sus buenas prácticas en donde incluso la figura paterna está muy presente y es de suma importancia en todos los aspectos de la educación en la primera infancia, asumiendo roles en acciones que generalmente se le atribuían exclusivamente a las madres, como la lactancia, la estimulación temprana, en cómo hablarle a los niños, cómo incluso arrullarlos, etc.

No cabe duda que la familia es la primera escuela, si garantizamos la unión de las nuestras de manera que sirva de ejemplo para nuestros niños, cuando éstos crezcan serán ciudadanos de bien, con valores y principios bien cimentados. Démosle importancia a lo que verdaderamente lo merece, involucrémonos cada vez más en asuntos de nuestros hijos, padres y hermanos, ofrezcamos ayuda y dejémonos ayudar, establezcamos nuevas líneas de comunicación o retomemos las tradicionales, pongamos reglas sanas de convivencia y propiciemos espacios de esparcimiento, pero sobre todo regalemos mucho pero mucho amor.

* Jessica Saiden Quiroz es delegada federal del Conafe en Yucatán

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