Alumnos de la ESAY se retroalimentan a través de concierto

MÉRIDA.– El ganador del Premio Nacional de Ciencias y Artes, Javier Álvarez, destacó la importancia que tiene para los nóveles compositores que sus piezas no se queden únicamente en las partituras, sino que escuchen su interpretación, a fin de optimizar su proceso formativo.

Durante la presentación del concierto “Clásicos del futuro”, realizado el pasado lunes en el Centro Cultural ProHispen, el compositor destacó que “la labor no termina en el papel, es importante que sometan sus obras al escrutinio de los intérpretes, sus pares, dando así la magnífica posibilidad de probar sus ideas y refinarlas a la luz de una crítica informada”.

El artista destacó que los estudiantes a su cargo en el Taller de Composición de la Escuela Superior de Artes de Yucatán (ESAY), tuvieron la oportunidad de escuchar sus trabajos de forma regular cada cuatro o cinco semanas durante un año, bajo la interpretación de los miembros del ensamble SequenzaSur, integrado por músicos de la Orquesta Sinfónica de Yucatán.

Indicó que el programa se conformó de obras cortas para instrumentos diversos, pero centrados en un proyecto final que consistió en construir piezas para un cuarteto instrumental constituido por violín, violonchelo y piano, completándose ya sea con el oboe o la flauta.

Agregó que la selección de trabajos ejemplifica, sin duda alguna, el gran avance y aprendizaje alcanzado  por nuestros creadores, pero también, significativamente, atestigua una gran diversidad de aproximaciones al arte de la composición musical. Esta multiplicidad es a su vez representativa de la variedad de inquietudes, influencias y voces que pueblan el imaginario de los jóvenes de nuestros días.

Integraron el Taller Jorge Canto Cervera, Johannes Morales Cruz, Alejandro Pereira Pech, Ernesto Mena, Mario Ituriel Us Mariscal, Andrés Sánchez Pérez, Iván Flores Álvarez y Tobías Álvarez Di Desidero.

En la interpretación estuvieron los músicos Joaquín Melo en flauta, Alexander Ovcharov en oboe, Timothy Myall en violín, Francisco Monteverde en violonchelo e Irina Dechev