El gobernador interino de Río de Janeiro, Francisco Dornelles, declaró el viernes un estado de desastre financiero con el fin de tener mayor flexibilidad para administrar los escasos recursos a menos de dos meses de que Brasil albergue los Juegos Olímpicos.
El movimiento le permitirá al gobierno estatal cambiar sus prioridades de presupuesto sin violar las leyes fiscales brasileñas.
Con ello, Dornelles podrá adoptar medidas excepcionales para pagar los costos relacionados con la justa en un momento en el que el estado lidia con la recesión económica del país.
Los Juegos Olímpicos de 2016 se realizarán del 5 al 21 de agosto en Río de Janeiro.
La oficina de Dornelles señaló en un comunicado que se tomó la decisión debido a que un descenso en las ganancias fiscales y prestaciones petroleras “detenía al estado de Río de Janeiro de cumplir con el compromiso con la organización de los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos”.
“La crisis financieras ha generado varias dificultades en servicios públicos esenciales y podría causar un colapso total a la seguridad pública, atención médica, educación, movilidad urbana y manejo ambiental”, se lee en el comunicado.
El gobierno estatal de Río está en una situación tan apremiante que dos de sus hospitales fueron tomados por el gobierno de la ciudad de Río de Janeiro, para permitirles a los doctores seguir recibiendo su salario. Algunas estaciones policiacas están tan escasas de fondos que les han pedido a los vecinos que donen artículos básicos como papel de baño. Los trabajadores públicos y los pensionados han sufrido de una demora de meses para recibir sus pagos.
Dornelles, quien antes era el vicegobernador del estado, tomó el cargo interino cuando el gobernador electo, Luiz Fernando Pezao, tomó licencia para someterse a un tratamiento contra el cáncer.
La prensa brasileña reportó el viernes que Dornelles solicitó al presidente interino, Michel Temer, casi 900 millones de dólares en fondos de emergencia para el gobierno estatal, pero no se ha anunciado una decisión.
Algunos de los principales proyectos olímpicos dependen del gobierno estatal.
Además de pagarle a la policía estatal durante los Juegos Olímpicos, el estado de Río de Janeiro también está comprometido a pagar la construcción que extenderá el metro hasta el Parque Olímpico, así como las instalaciones para limpiar las aguas que utilizarán en las competencias durante la justa.