EL POPULAR ESTABLECIMIENTO DE PROGRESO CUMPLE 40 AÑOS FUNCIONANDO EN ESTE PUERTO / SU PROPIETARIO, CONOCIDO COMERCIANTE DEL MUNICIPIO, NOS COMPARTE PARTE DE SU HISTORIA DE TRABAJO Y ESFUERZO, ASÍ COMO LAS EXPERIENCIAS QUE LO HAN LLEVADO AL ÉXITO / AGRADECE INFINITAMENTE EL APOYO Y PREFERENCIA DE SUS CLIENTES Y AMIGOS A LO LARGO DE TODOS ESTOS AÑOS / ANUNCIA PROMOCIONES Y DESCUENTOS POR EL 40 ANIVERSARIO DE LA FRUTERÍA
Don Miguel Escalante Lizama, durante la entrevista en sus oficinas (Foto OsPerez/PH)
PROGRESO.– Este lunes 25 de julio de 2022, don Miguel Angel Escalante Lizama, conocido comerciante de éste puerto, tendrá doble motivo para celebrar en grande, pues festejará su cumpleaños número 70 y el 40 aniversario de la frutería más concurrida de éste municipio: la popular frutería La Guadalupana, ubicada en los bajos del corredor comercial de Los Portales.
Don Miguel, integrante de numerosa familia dedicada al comercio originaria de Buctzotz, llegó a Progreso hace 40 años, cuando los negocios dedicados a la venta de frutas y verduras todavía no despuntaban en esta ciudad.
En entrevista con ProgresoHoy.com, el periódico del puerto, don Miguel Escalante recuerda que su llegada a Progreso y su decisión para establecerse aquí, fue obra de la casualidad, pues si bien ya se dedicaba al comercio de frutas y verduras en la ciudad capital en un mercado sobre ruedas, en 1982 se trasladó a ésta ciudad para cobrar un dinero producto de la venta de un camión y animado por uno de sus sobrinos, decidió establecerse e iniciar un próspero y sólido negocio que ofrece amplia variedad de frutas, verduras, carnes y abarrotes de todo tipo, sin duda el más grande y surtido que hay en el municipio.
DESDE LOS OCHO AÑOS DE EDAD…
Don Miguel es el décimo integrante de una familia compuesta por 13 hermanos, hijos del matrimonio conformado por don Cornelio Escalante González y la señora Eduviges Lizama Sánchez, ambos originarios de Buctzotz.
Tanto su padre don Cornelio, como su abuelo, don Prisciliano Escalante Díaz, ejidatario de Buctzotz, tenían un rancho en ese municipio y el primero estaba dedicado a la venta de frutas, ese era el negocio familiar.
El entrevistado recuerda con cariño a sus hermanos, la familia Escalante Lizama, a quienes mencionó uno a uno: María de los Ángeles (+), María Gertrudris, María Concepción (+), José Jesús (+), María Jesús, María Guadalupe, José Víctor (+), José Pastor (+), María Bibiana, Miguel Angel (yo), María Concepción, Juan Marcos y Lilia Leticia. Don Miguel comenta que dos de sus hermanas llevan el mismo nombre, solo que una falleció.
Don Miguel comenta que si bien todos sus hermanos trabajaron en algún momento en la venta de frutas, solo su hermano Pastor (+) y él, fueron quienes se pegaron más a su papá y continuaron con el negocio.
“Desde muy joven comencé a vender fruta en las calles de Mérida. Exactamente fue a los 8 años de edad que me inicié vendiendo fruta en el mercado de Santa Ana, ofreciendo frutas de temporada… ahí recuerdo bien que me sentaba mi papá con un huacal de plátano macho, o de nance, china lima, mandarina, cajera, melón y sandía, que eran algunas frutas que vendía en aquel entonces”, señala.
Aspecto de la frutería La Guadalupana, en Progreso (Foto OsPerez/PH)
Don Miguel explica que a diferencia de ahora, la variedad de frutas que se vendía era más limitada y solo algunas se conseguían para la temporada decembrina, como el caso de las manzanas y las uvas, que hoy se pueden consumir durante todo el año.
Recuerda que toda la fruta que llegaba provenía del Sur del Estado, principalmente de Oxkutzcab.
-Desde ese entonces, muy pequeño, fui agarrándole “el sabor” a la venta de frutas- dijo.
LA BUENA CONDUCTA Y LAS MATEMÁTICAS…
Don Miguel Escalante señala que a él no se le facilitaron los estudios. Indica que cursó hasta la secundaria en la Eloísa Patrón de Rosado, que en aquel entonces estaba ubicada en la calle 62 x 57, en el Centro de Mérida.
“Estuve hasta tercer año de secundaria, pero la verdad nunca me gustó el estudio, mi padre siempre me aconsejaba que continuara, pero yo le insistía en que eso no era para mí… fue ahí que mi padre ya no me insistió más y me dijo: dos cosas son importantes para que salgas adelante, una buena conducta en todos los ámbitos de tu vida y las matemáticas. Y definitivamente, yo desde joven fuí muy hábil para captar todo, sacar mis cuentas y me volví un maestro en ese sentido”, relata.
OTROS OFICIOS…
Don Miguel cuenta que como cualquier joven de aquel entonces, buscó oportunidades en otros ambientes, dejando momentáneamente la venta de frutas y dedicándose a otros trabajos.
“Buscando otra fuente de ingreso, fui cobratario, también me dediqué a la venta de ropa, hacía cambaceo en los pueblos y hasta vendí ollas y baterías de cocina”, relata el veterano comerciante también conocido entre algunos de sus clientes como “Miguelito” ó “El Wero”.
“Fue a los 22 años de edad que decido regresar a la venta de frutas y verduras y lo hice en Mérida, durante una década, trabajando en los mercados sobre ruedas de la ciudad capital… ahí ofrecíamos nuestros productos a precios bajos, accesibles para todos, incluso había la política de que debíamos vender mucho más barato que cualquier otro negocio establecido”, recuerda.
En los mercados sobre ruedas recorríamos la Ciudad Industrial, la colonia Jesús Carranza, Itzimná, entre otras muchas. Hasta hoy tengo amistades de mi paso por los mercados sobre ruedas, recuerdo a Idelfonso “Poncho”, buen compañero que vendía puerco y a Luis Moguel que con su familia vendía pollos.
El área de recados de la frutería La Guadalupana (Osperez/PH)
LA LLEGADA A PROGRESO…
Don Miguel Angel Escalante Lizama recuerda que en el año de 1982, debía viajar a Progreso para cobrar un dinero por la venta de un camión al señor Miguel Barreiro. Este señor vendía pescado y me debía saldar $22 mil pesos de la compraventa, por lo que viajé al puerto. El señor Barreiro era trabajador de Juan Zacarías -conocido empresario pesquero de este puerto- y usarían el camión para el traslado de pescado.
“Antes de viajar a Progreso, me encontré a mi sobrino Henry Salazar y le pedí que me acompañara. Ya en Progreso, tras cobrar el dinero, mi sobrino me dijo: “tío ¿y si vienes a trabajar a Progreso?, con los buenos precios y la calidad que manejas, vas a triunfar. Fue así que mientras hablábamos los dos, empecé a analizar las posibilidades de llegar a Progreso a trabajar”, comenta.
“Pasaron las semanas y animado por mi sobrino, no lo pensé más y decidí incursionar en Progreso y fue que puse la mira en un local de la calle 80×29 que me gustó por ser céntrico. Ese local, era propiedad de la familia Sauma, estaba rentado precisamente por Juan Zacarías, por lo que fui a hablar con él y accedió a cederme la renta del predio, pagándole unos $60 mil pesos, que era mucho dinero en aquel entonces”, recuerda. Ese local en la calle 29×80, es el que hoy ocupa el paradero de taxis colectivos de la ruta Mérida-Progreso.
Fue así como don Miguel empezó su historia en Progreso. Comencé asociándome con mi sobrino Henry, ya luego él se separó y puso su frutería en El Uxmal en la calle 29 entre 80 y 82 (la cual cerró recientemente y en su lugar funciona una nueva farmacia). Trabajamos durante unos cuatro años en esa esquina y luego me pasé al lado, donde estaban los billares. De allá pasé a Los Portales, en la mera esquina de la calle 78×27, ahí estuve rentando a doña Tere Castro, esposa de don Nacho Ávila.
“Ella me rentó unos ocho años, estoy muy agradecido con Teresita y con don Nacho Ávila, porque siento que el instalarme ahí fue el trampolín para darme a conocer mucho más.
Tras varios años rentando locales, fue que hubo la oportunidad de adquirir lo que hoy es la juguería que funciona en la frutería. El local era propiedad de don Juan Patrón, estaba sobre la calle 27. Le compré el predio de unos 7 x 30 metros y ahí me instalé. Con el paso de los años, seguimos creciendo al adquirir a la familia Castro el predio que ocupó la Posada Progreso y más recientemente el local de la antigua ferretería Palma.
David Escalante Echeverría y don Miguel Escalante Lizama (Foto OsPerez/PH)
MANCUERNA DE ÉXITO…
Don Miguel no duda en reconocer que su crecimiento se lo debe, en buena parte, a la iniciativa de su hijo David Escalante Echeverría -actual Director de Deportes del Ayuntamiento de Progreso-. Desde que hice una unión de esfuerzos con mi hijo, el negocio de la frutería comenzó a despuntar y a diversificarse.
“Yo con mi experiencia en las ventas y él con su iniciativa y astucia para hacer negocios y una nueva óptica, comenzamos a levantar aún más… creo que nuestro éxito para crecer fue un 50-50 % de cada quien, pues como joven emprendedor me alentó a dar el salto y estar donde estamos hasta ahora”, dijo el entrevistado. David, por cierto, es popularmente conocido como el Ta’Colís, nombre que ha arropado como marca para sus nuevos emprendimientos de la mano de su señor padre.
“La visión de David me impulsó a hacer nuevas cosas, a perder el miedo a incursionar en nuevas áreas. No sería, te lo juro y de corazón lo digo sin temor a equivocarme. No sería ni la mitad de lo que soy, sin mi hijo David”, aseguró don Miguel.
“Yo sinceramente me hubiera conformado con menos, pero el entusiasmo de David me contagió para seguir adelante y en ese sentido nuestros proyectos siguen creciendo… hoy por hoy en la Frutería La Guadalupana tenemos casi todo lo necesario para nuestros clientes y hay planes de complementar nuestros servicios próximamente con más productos y hasta una panadería y tortillería”.
De igual forma, don Miguel dijo que su crecimiento como comerciante también ha sido gracias al trabajo y esfuerzo de todo su personal, entre los que destacan Bernardo Martínez como Gerente General; doña Genny Campos Balam del área de recados, quien ya tiene 30 años conmigo; doña Addy Olivia Campos Balam, quien fue mi primera asistente y “brazo fuerte” y que hoy se encarga del área de cajas; Mary Ortega Jiménez, mi secretaria actual, Gonzalo Retif, que es el encargado de la compra y venta de frutas y verduras, Miguel Escalante Peraza a cargo de la pollería y carnicería, entre otros.
LA TÉCNICA PARA GANAR DINERO…
El entrevistado recuerda que una de las fórmulas más importantes para crecer como comerciante es pensar siempre en los clientes. “Creo que esa ha sido otra de las claves de mi éxito, pues manejamos siempre precios accesibles”, dijo.
Recordó que el conocido empresario libanés Asís Abraham, fue uno de sus grandes maestros en ese sentido, pues alguna vez me recomendó vender a precios bajos para desplazar todo mi producto.
“A don Asís Abraham le debo esa técnica para ganar dinero. Mi papá le vendía sus frutas y yo me encargaba de llevárselas hasta su casa. Una ocasión, cuando le llevé sus naranjas y las acomodé en el frutero de su domicilio en Mérida, don Asís me preguntó cuánto le debía y le respondí que $22 pesos. Don Asís me respondió que porqué cobraba tanto, si mi papá le cobraba $18 pesos por el ciento de naranjas”, relata don Miguel.
“Yo le respondí que por el servicio a domicilio había un costo extra y él me contestó que me daría un tip para vender más y ganar más: si quieres ganar, gánale poco al producto y verás que de poco en poco se hace mucho”. Lo puse en práctica y sin duda, me ha resultado.
Don Miguel también resaltó que su abuelo Prisciliano Escalante Díaz le inculcó la cultura del ahorro y su padre Cornelio Escalante la cultura del buen trato: “Nunca cuides tus bolsas… cuida a tus clientes que ellos llenaran tus bolsas”, decía mi papá.
En ese sentido, don Miguel Escalante no duda en señalar el cariño que le tiene a muchos de sus clientes, con quienes incluso ha forjado una fuerte amistad con el paso de los años, pues señaló que varios de ellos suelen acudir a la frutería para platicar con él o simplemente saludarlo, lo que él agradece infinitamente, según nos dijo. Hay algunos que aún lo visitan y otros que han fallecido, pero que nunca olvida, a todos ellos agradeció su apoyo y preferencia de tantos años. También dijo que a raíz del 40 aniversario, la frutería ofrecerá numerosos descuentos y promociones a partir de este lunes 25.
De ahí, dice don Miguel, he vivido y crecido como comerciante y no me queda duda que son dos cosas las que te llevan al éxito:
La primera es hacer el bien en todos los sentidos y la segunda es hacer las cosas bien, creo que así lo hemos hecho y estamos contentos por eso. (Oscar Pérez / Todos los derechos reservados ProgresoHoy.com)
Don Miguel Escalante con varios de sus clientes muy apreciados y amigos de años en la frutería La Guadalupana