La Unión de Armadores de Yucatán denunció ayer miércoles que por la falta de inspección y vigilancia de la Comisión Nacional de Pesca y Acuacultura (Conapesca), está imparable la pesca furtiva de pulpo frente a Dzilam de Bravo y Celestún.
En esos dos puertos, 200 lanchas salen a la pesca ilegal de pulpo precisa Manuel Sánchez González, presidente de la mencionada agrupación, formada por dueños de barcos pesqueros.
Desde 2005, la temporada de veda del pulpo en Campeche, Yucatán y Quintana Roo abarca del 16 de diciembre al 31 de julio, siete meses en que el molusco está en período de reproducción.
El líder de los armadores afirmó a un medio local que hay inconformidad y preocupación en el sector empresarial pesquero por la imparable captura furtiva de pulpo.
Indicó que la pulpeada furtiva pone en riesgo la temporada pulpera de este año, porque capturan moluscos con hueva y no permiten que la especie se reproduzca.
Además, al inundarse con pulpo fresco los mercados local y nacional, las plantas procesadoras certificadas que tienen molusco en las congeladoras no pueden venderlo, porque los compradores optan por un producto recién capturado.
“Puertos sin ley”
Sánchez González afirmó que Celestún y Dzilam de Bravo están convertidos en puertos sin ley.
Aseguró que en ambos puertos nunca han dejado de pescar pulpo, lo capturan todo el año. “La depredación es criminal”.
Dijo que en cada una de esas comunidades costeras, 100 lanchas se dedican a la pesca furtiva y cada una lleva dos o tres pescadores.
Así que, calculó, entre 400 y 600 pescadores están pescando pulpo ilegalmente.
Según los reportes que tiene la Unión de Armadores de Yucatán, cada embarcación captura un promedio de 20 a 30 kilos del molusco al día.
Por ende, la captura ilegal sumaría de 4,000 a 6,000 kilos del octópodo, con los cuales inundan los mercados.
El dirigente empresarial insistió en que todo eso ocurre porque no hay la debida inspección y vigilancia de la Conapesca.
Ella es la autoridad encargada precisamente de hacer operaciones, tanto en alta mar como en la costa, para prevenir y combatir la captura de especies en veda, como el pulpo, destacó.
Los inspectores de la Conapeca, agregó, no están haciendo su trabajo.
Subrayó que los furtivos se aprovechan de la falta de vigilancia, salen a pescar sin problema, entran a los puertos con cargamentos y los trasladan con facilidad porque no hay autoridad que revise los cargamentos.
“Los mismos furtivos y comerciantes de especies marinas que compran la pesca ilegal son los que ofrecen el pulpo a los dueños de congeladoras”, denunció.
“Y también se encargan de surtir a compradores foráneos que llegan en camionetas para llevarse cargamentos del molusco al mercado nacional.
“Es competencia desleal para el sector empresarial que cuentan con suficiente octópodo en las plantas, producto que fue capturado durante la temporada que concluyó a mediados de diciembre (de 2018)”, apuntó.
“El sector pesquero teme que ahora que el mero está en veda se sumen más pescadores furtivos para capturar pulpo, por eso exige a las autoridades respectivas, en especial a la Conapesca, que realicen operativos de inspección y vigilancia para frenar la captura ilegal”, dijo.
El sábado 2 Raúl Elenes Angulo, titular de la Conapesca, que tiene su sede en Sinaloa, llegó a este puerto.
El funcionario federal se reunió con representantes del sector social.
La principal queja que le expusieron los cooperativistas fue por la inspección y vigilancia para hacer respetar las especies que están en veda, como el pulpo y mero.