Elsa y Elmar ofrece aplaudido concierto en el Palacio de la Música

Un público entusiasta, que coreó cada canción con emoción y entrega, recibió la noche del domingo a Elsa y Elmar en el escenario del Palacio de la Música – Centro Nacional de la Música Mexicana, en un concierto íntimo organizado por la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta) como parte de los festejos por el séptimo aniversario del recinto.
 
Durante poco más de una hora, la cantante y compositora colombiana Elsa Carvajal, alma detrás del proyecto Elsa y Elmar, condujo a la audiencia por un recorrido musical cargado de romance, melancolía, reflexión y esperanza. Su distintivo estilo de pop alternativo, fusionado con balada e indie, generó una atmósfera cercana y profundamente emotiva que el público —mayoritariamente joven— vivió con entusiasmo desde el primer acorde.
 
El formato del concierto, con cerca de 500 asistentes, permitió una conexión directa y personal entre la artista y su audiencia. La energía se mantuvo constante a lo largo de todo el recital, culminando en un encore de tres canciones que respondieron al clásico grito de “¡otra!” y cerraron una noche memorable.
 
El repertorio incluyó temas como Me viene bien, Exploradora y Ya no somos los mismos, entre otros, que fueron coreados de principio a fin. Aplausos de pie, brazos en alto y rostros conmovidos acompañaron cada interpretación, en una experiencia que osciló entre la vulnerabilidad y el empoderamiento.
 
Elsa se mostró visiblemente emocionada durante toda la velada, tomando momentos para agradecer al público y a las autoridades del Gobierno del Estado de Yucatán por hacer posible su presencia, así como al equipo del Palacio de la Música por recibirla. Sus breves diálogos entre canciones ofrecieron al público una mirada íntima a las historias detrás de cada melodía.
 
El acompañamiento musical estuvo a cargo de una banda sólida y bien integrada, que con una instrumentación sutil —desde percusiones intensas hasta suaves sintetizadores— complementó el estilo sonoro de Elsa y Elmar.
 
A pesar de ser domingo por la noche, la audiencia colmó el recinto con la emoción de vivir un encuentro cercano, emotivo y profundamente artístico, que quedará en la memoria de quienes participaron de esta celebración por el arte y la música en Yucatán.