La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) exculpó de responsabilidad ambiental al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) por el desmonte de vegetación forestal en el proyecto Malecón Tajamar, en Cancún, y destacó que el único probable responsable de irregularidades es la empresa BI & DI Real Estate de México S.A. DE C.V., de capital italiano.
En conferencia de prensa, el titular de la Profepa, Guillermo Haro, respaldó a la dependencia de turismo al justificar que las autorizaciones otorgadas por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), fueron concedidas en 2005 a un predio que no está considerado sitio Ramsar (humedales de importancia internacional).
Y puntualizó que el porcentaje afectado en Tajamar representa 0.007% respecto de la superficie total de manglar a nivel nacional.
La Procuraduría agregó que el desmonte, realizado el pasado 16 de enero, se ejecutó con autorizaciones válidas y vigentes para desarrollarse en un predio que tampoco se encuentra dentro del Área Natural Protegida (ANP) del Sistema Lagunar Nichupté.
En febrero de 2008, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Decreto que establece el Área de Protección de Flora y Fauna Manglares de Nichupté, bajo la categoría de Área de Protección de Flora y Fauna.
La explicación, muy parecida a la que dio Fonatur a principios de esta semana, refiere que esa dependencia donó 3,522 hectáreas de un total de 4,257 que constituyen la superficie de esta área protegida.
Para el año 2010, la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) estableció una superficie de 2,813 hectáreas de manglar en el Sistema Lagunar Nichupté.
Profepa argumentó también que el polígono total de “Tajamar” representa 2.1% con respecto a las 3,533 hectáreas donadas por Fonatur al Área Natural Protegida Manglares de Nichupté y Ecopark. Lo que equivale a que por cada hectárea desarrollada por la dependencia de turismo, se donan cerca de 50 hectáreas.