Con 30 años de experiencia y una pasión heredada por el trabajo artesanal, Damira Escobedo Alatorre ha consolidado su empresa de producción y comercialización de hamacas en el municipio de Tixkokob, de donde es oriunda.
Hamacas La Pirámide genera empleo para alrededor de 400 personas de distintas poblaciones del estado, según compartió al titular de la Secretaría de Fomento Económico (Sefoe), Ernesto Herrera Novelo, quien visitó su taller.
“Le damos trabajo a gente de la comunidad que se dedica al urdido, alrededor de 150 personas en Tixkokob y sus comisarías, así como a 300 en Valladolid. Se involucra a mucha gente porque, como toda artesanía, es un trabajo cansado y se le dedican horas después de las labores del hogar”, señaló.
En ese espacio, se realiza también el embrazado y el armado, además de que se revisan detalles como control de calidad. Cada semana se visita a los colaboradores y se recolecta un estimado de 200 hamacas, que posteriormente se distribuyen para su comercialización.
“Este es un negocio familiar que se remonta a la época de mis abuelos. Mi abuelo paterno empezó vendiendo la hamaca de henequén y fuimos viendo su transformación con el uso de otros hilos. Mi papá siguió la tradición y dio empleo a más gente”, relató.
Damira y dos de sus hermanos decidieron continuar en esta actividad, pero cada uno desarrolló su marca. La entrevistada asegura que este trabajo la llena de satisfacción y orgullo, pues la mantiene cerca de sus raíces y le permite ayudar a la población más vulnerable.
“Eso te sensibiliza para seguir adelante, el beneficio no es personal sino común, porque cuando comercializamos una hamaca estamos beneficiando todo un proceso. Entonces, nos llena de satisfacción porque estamos colaborando con nuestra gente yucateca”, expresó.
Después de 30 años, ha encontrado en las redes sociales un medio de comunicación que la acerca al objetivo de incrementar los ingresos de su empresa, al tener la oportunidad de establecer contacto con nuevos mercados en el extranjero.
Asimismo, subrayó su presencia en expos como una importante ventana de ventas y promoción, como fue el caso de su participación en la pasada edición de la Semana de Yucatán en México, a la cual acudieron con 500 hamacas y regresaron con unas cuantas.
“La realización de ese tipo de eventos permite que los artesanos tengamos fluidez económica para seguir trabajando, ya que la gente de fuera valora mucho lo que hacemos y nos espera”, apuntó.
Con el paso del tiempo, ha incrementado su catálogo de productos, pues además de la hamaca tradicional, de distintas medidas y colores, hacen otras con elementos de madera, tales como columpios, tipo catre y mecedoras.
“Nos diversificamos para poder llegar a todos los clientes, hemos ido innovando y aprendiendo de las preferencias en los diferentes lugares que hemos visitado, como la Feria del Mar que se realiza cada año en San Diego”.
La empresaria reveló que además del mercado local, cuentan con algunos clientes en otros rincones de la República y en el extranjero, a través de los cuales sus artesanías llegan a países como Canadá, Francia y Japón.
En años anteriores, Hamacas La Pirámide obtuvo apoyos financieros por parte del Gobierno del Estado. Al respecto, su propietaria dijo que “eso impulsa a las pequeñas empresas y nos compromete a mejorar y a seguir trabajando”.
“Somos una cara pequeña, pero con muchas manos detrás. Por eso, es muy importante el apoyo que nos brinda el Gobierno por medio de créditos, capacitación o comercialización”, concluyó.