En las últimas 48 horas el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN recibió dos denuncias por violencia política contra mujeres militantes y/o simpatizantes del partido que involucran al presidente estatal panista, Raúl Paz Alonzo.
La primera, como informamos ayer en la columna Plaza Grande, fue interpuesta por la diputada federal Kathia Bolio Pinelo. Ayer llegó la segunda, de Mariana Cruz Pool, quien acusa a Paz Alonzo, a Roger Torres Peniche, a Vicente Euán Andueza —alcalde de Motul— y a quienes también resulten responsables.
Desde Ciudad de México, poco antes de participar en una sesión de la Cámara Baja, Kathia Bolio confirmó los datos que publicamos y dijo que presentó la denuncia ante la Comisión de Atención a la Violencia Política contra las Mujeres Militantes y Simpatizantes del CEN del PAN, que preside la senadora Marcela Torres Peimbert, informa Diario de Yucatan.
También reveló que ayer declinó a su registro como precandidata a diputada local por el Distrito V, por no estar de acuerdo con amenazas de Paz Alonzo, dijo. No obstante, sigue firme con su registro en la lista de aspirantes plurinominales.
Sobre los motivos de la demanda ante el CEN dijo, entre otras cosas, que el pasado viernes 2 acompañó a Julián Zacarías Curi a su inscripción como precandidato a la alcaldía de Progreso porque es familiar de su esposo, Juan Gabriel Chan Dib. Agregó que cuando se estaba retirando del acto, que se efectuó en el Comité Estatal del PAN, Paz Alonzo la sujetó del brazo y le dijo: “Oye, ¿es un hecho que no vas a aceptar el diez (el distrito con cabecera en Tizimín)?”
“Le dije que, en efecto, no aceptaría y que me registré en el quinto (con sede en Mérida) porque es donde he vivido”, añadió la legisladora. “Le recordé que hace dos años y medio fui a competir a un distrito del Oriente (el I) porque el PAN no tenía candidato y el partido me lo pidió. Me dijo que el diez se va a ganar, pero le respondí que no, que es muy difícil porque el escenario es diferente al de hace tres años y ahora hay tres compañeros de Tizimín interesados en la candidatura”.
“Entonces me empezó a gritar muy fuerte, alterado, y me dijo: ‘Del quinto olvídate. No sé para quién vaya a ser, pero tú no vas’. Le respondí: ‘Bueno, pero me queda la pluri’, y de inmediato me indicó: ‘¡Imposible! Esas pluris son mías. La uno y las dos son mías. Voy a hacer con ellas lo que me dé la gana. Van a ser para mis amigos y mis compadres’. Suena fuerte la versión de que la primera será para Cinthia Valladares y la segunda para Miguel Rodríguez Baqueiro”.
La diputada agregó que hace unos días le envió un mensaje al dirigente para hacerle notar que se comete una injusticia contra ella, cuando hace dos años y medio consiguió 72,000 votos para el PAN en el Distrito I, una injusticia que comenzó desde que le cerraron el camino a la senaduría para ofrecerle esa posición a Ana Rosa Payán Cervera.
“No soy sólo yo, hay muchas mujeres en el PAN que se mueren de miedo y no se atreven a decir cómo las han tratado”, abundó. “Con candidatura o sin ella, yo no me voy a mi casa, yo voy a dar todo por Mauricio Vila, por Renán Barrera y varios amigos que van a contender por presidencias municipales, pero tengo que defender mi dignidad”.
Ayer acudió también a la misma comisión Mariana Cruz, quien, como informamo, declinó a la precandidatura a la alcaldía de Motul en medio de acusaciones de amenazas y presiones que atribuye principalmente a Roger Torres, avalado por el alcalde Euán Andueza, para que se “bajara” de sus aspiraciones políticas.
En su denuncia, Mariana Cruz reitera que Torres Peniche presidió una reunión —que llegó a niveles de tensión con “palabras altisonantes”— en la cual informó que la candidatura a la alcaldía de Motul será para el precandidato de Nueva Alianza y le pidió que desistiera de sus aspiraciones.
La exaspirante a la alcaldía de Motul reitera que Roger Torres Peniche la amenazó con tomar represalias si no declinaba a su precandidatura, porque estaba “poniendo en riesgo los acuerdos”. En algún momento, según su versión, el exfuncionario de la Comuna meridana “estalló en cólera” y le advirtió de las consecuencias si se “emperraba” en sus aspiraciones.
La denunciante señala que antes de ese incidente platicó con Raúl Paz, quien le reclamó que en la red de Facebook expresara opiniones de apoyo a Joaquín Díaz. Cuando declinó, a gritos le exigió aclarar públicamente que no él la había amenazado.