PROGRESO.– A un año de protestas y hasta enfrentamientos por parte de vecinos que se oponían a su construcción y funcionamiento, hoy abrió sus puertas en Progreso la gasolinera de la calle 31×108, propiedad del grupo Megasur.
La nueva estación de gasolina, comenzó a ofrecer servicio luego de que trabajadores retiraron desde temprano la barda de láminas que estaba alrededor de la construcción.
Hasta esta tarde, la gasolinera estaba operando con normalidad y no hubo ningún tipo de protesta vecinal.
LA HISTORIA…
Como se sabe, el Ayuntamiento de Progreso (administración 2012-2015, que encabezó Daniel Zacarías), otorgó en enero de 2015 el permiso de construcción de la gasolinera al grupo Megasur en un terreno propiedad de su tío Sharbel Zacarías que lo dio en renta al citado grupo gasolinero por 20 años. Esta fue una de cinco nuevas gasolineras que autorizó Daniel Zacarías durante su gestión como alcalde. Cuatro de estas gasolineras las autorizó meses antes de dejar la alcaldía.
La expedición del permiso a Megasur, según se sabe, se realizó sin conocimiento de los vecinos del rumbo, quienes de inmediato iniciaron, en abril pasado, una serie de protestas contra la construcción de la obra, en la colonia Juan Montalvo, en el poniente de Progreso.
Las protestas subieron de tono, e incluso los vecinos bloquearon calles aledañas con piedras, sogas y mantas para exigir detener la obra, lo que lograron momentáneamente cuando el Ayuntamiento clausuró los trabajos por no contar con algunos permisos.
Sin embargo, los trabajos se reanudaron y el enfrentamiento se reactivó con la presencia de hombres encapuchados que amenazaron y agredieron a la gente defendiendo las instalaciones de la gasolinera.
Los vecinos recolectaron firmas e interpusieron recursos legales para frenar la apertura de la estación, incluso hicieron guardias nocturnas en la 31×108.
Fue hasta agosto de 2015 cuando las protestas de los vecinos rindieron frutos, pues la Semarnat, a través de la Asea, clausuró la obra por falta de algunos permisos federales. Sin embargo, Megasur cumplió con los requisitos y la misma Semarnat retiró los sellos de clausura siete meses después, en marzo pasado.
La gasolinera es propiedad de la familia Medina que representan Mario y su hijo Rodrigo Medina. Hay quien ha señalado incluso que el mismo gobernador Rolando Zapata Bello tiene intereses y vínculos cercanos con estos empresarios, por lo que la apertura era inminente.
VECINOS ¿INCONFORMES?…
Hasta marzo pasado, los vecinos del rumbo señalaron que continuarían protestando mediante la vía legal contra la nueva gasolinera de Megasur, e incluso informaron que la empresa intentó “comparlos”, pues les ofreció mejoras en sus casas particulares y hasta dinero para no oponerse al funcionamiento de la nueva estación, pero según dijeron, no aceptarían.
Sin embargo, la estación hoy abrió sus puertas y todo parece indicar que los vecinos lograron llegar a algún acuerdo pacífico y benéfico para ambas partes para no protestar contra el funcionamiento de la nueva gasolinera. (ProgresoHoy.com)