/ POR ALBERTO AGUIRRE.
El acercamiento entre un sector del PRI y la Cuarta Transformación tiene un antecedente: la iniciativa de reforma eléctrica remitida al Congreso de la Unión por el Ejecutivo federal. En San Lázaro, la tarea de lograr la mayoría calificada quedó a cargo del coordinador de la bancada morenista, Ignacio Mier.
La contraparte tricolor era el pastor de los diputados, Rubén Moreira Valdez. Pero el dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, estaba comprometido con Va por México y había declarado la moratoria legislativa. Los 50 votos que el exgobernador de Coahuila había ofrecido a sus interlocutores nunca aparecieron.
El Palacio de Covián buscó quién pagara los platos rotos. Alito Moreno fue sujeto de una de las persecuciones más implacables de las épocas recientes. Ahora, en el fracaso de la estrategia gubernamental para lograr la aprobación fast track de la adenda que extienda la operación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública hasta el 2028.
En el Senado de la República, la negociación del oficialismo no pasaba por el exgobernador de Campeche. La bancada priista en la Cámara alta, con Jorge Carlos Ramírez Marín y Sylvana Beltrones, buscó una salida alterna… al margen de las negociaciones de Alito y Moreira.
A través de ellos, el bloque de senadores priistas definió con claridad: el dictamen validado en San Lázaro no tendría el voto a favor, por lo que era necesario más tiempo para añadir elementos y realizar modificaciones que realmente resulten útiles para construir una estrategia de seguridad exitosa.
Moreira y Miguel Ángel Osorio Chong tomaron rutas diametralmente distintas. La abstención de la senadora Beltrones propició un cálculo errado entre los morenistas. Pero los senadores que impulsaba la nueva propuesta, consiguieron que Monreal reconociera la necesidad de crear consensos y no acentuar la polarización entre las bancadas.
Los priistas no adoptaron una propuesta uniforme. Y la negociación que tradicionalmente llevaría la cúpula, adquirió un tono personal, con el cabildeo B2B del secretario de Gobernación.
Entre las posturas antagónicas, Ramírez Marín y Beltrones lograron un impasse, pero un nuevo dictamen, que realmente pueda llenar las expectativas de las dos alas, está lejano.
Y es que en San Lázaro, los priistas están divididos. La facción encabezada por Moreira apostaba por la caída de Alito y su relevo, por Carolina Viggiano. En el Palacio de Covián, sólo pueden negociar con una de las facciones del tricolor.
Efectos secundarios
DESACIERTOS. Envalentando por los triunfos recientes en Fertinal, ArcelorMittal, El Boleo y Teksid Hierro, Napoleón Gómez Urrutia ha entrado en ruta de colisión con el gobernador morenista, Alfonso Durazo Montaño ante las presiones que las empresas mineras instaladas en Sonora padecen por parte del Sindicato Minero, apoyado por la United SteelWorkers al amparo del mecanismo de respuestas del T-MEC. Recientemente, en un recuento, vigilado por la STPS, el Sindicato Minero obtuvo 642 votos, por 172 para el Sindicato de Trabajadores de la Industria Metal-Mecánica del Estado, por lo que ahora la agrupación identificada con el legislador morenista fue reconocido inmediatamente como sindicato mayoritario con el derecho a negociar el contrato colectivo con Teksid Hierro de México que es una empresa metalúrgica de grupo Stellantis que nace de la fusión de Fiat, Chrysler y Peugeot, dedicada la construcción de monoblocks y cabezas para monoblock para la fabricación de motores, camiones y maquinaria pesada.
EXPEDICIONES. Tras de seis años en el mercado local, la firma B-Drive IT incursionará en Estados Unidos y Colombia. En México otorga más de 1,000 empleos directos e indirectos a personas especializadas en TI, dentro del sector público y sobre todo del privado.