QUINTANA ROO.– Un nuevo proyecto de 819 millones de pesos está concitando nuevas protestas de corte ambiental en Cozumel, según información de El Financiero.
Se trata del proyecto inmobiliario Aerogolf que consiste en la lotificación de un predio de 584 hectáreas, de las cuales se desplantarán 210, que corresponden a 35% de la totalidad del terreno. Se construirán vialidades, banquetas, calles de rodaje, canales y lagunas artificiales, puentes y plataformas para aviones.
Este desarrollo inmobiliario contará también con un campo de golf de 18 hoyos y su casa club; un centro comercial; áreas deportivas; instalaciones de servicios y oficinas administrativas, así como hangares de uso común, ya que dicho complejo se edificará en torno del Aeródromo Capitán Eduardo Toledo.
Defensa de Profepa
Pese a que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) salió a declarar que está en regla, organizaciones ambientalistas aseguran que se aprobó de manera irregular y existe evidencia de los daños irreversibles que tendrá sobre la selva de la isla.
La lideresa de la asociación civil Cielo, Tierra y Mar (Citymar), Guadalupe Álvarez Chulim, dijo a El Economista que en el 2011 el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa conoció el proyecto de manos del dueño, Eduardo Alberto Toledo Parra, pero lo cuestionó duramente al enterarse de que la construcción de los hangares, el campo de golf y la lotificación del terreno para futuros desarrollos residenciales suponían devastar más de 200 hectáreas de selva.
La activista relató que Calderón Hinojosa exclamó al ver el mapa del desarrollo: “Oye, ¿y toda esta selva vas a talar?”, dirigiéndose al empresario Toledo.
Congelado en el 2012 y reactivado en el 2014
El proyecto ingresó a evaluación ambiental ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) el 6 junio del 2012, pero apenas un mes después, luego del encuentro con el presidente, fue retirado de evaluación.
Dos años después, ya bajo la administración federal de Enrique Peña Nieto, el mismo proyecto fue ingresado de nueva cuenta a evaluación ambiental.
Desde marzo del 2014, el proyecto estuvo en evaluación, para ser aprobado en la última quincena de diciembre.
Álvarez Chulim dijo que la aprobación por parte de la Semarnat fue sorpresiva, puesto que en diciembre del 2014 había quedado claro que dicho proyecto era inviable ambientalmente para el comité municipal de desarrollo urbano, el cual está conformado por colegios de profesionistas, asociaciones civiles, así como representantes de la Semarnat y autoridades ambientales del orden estatal y municipal.
Irregularidades en el proceso
Entre las irregularidades del proyecto, Álvarez Chulim asegura que la Semarnat no convocó a la consulta pública que exige el procedimiento de evaluación ambiental, además de que en diciembre del 2014, el comité municipal de desarrollo urbano de la isla no aprobó dicho proyecto por la enorme devastación de selva que suponía para la isla.
Luego de varias denuncias ciudadanas sobre el inicio de obras y devastación de selva, la Profepa emitió un comunicado en el que afirma que su personal realizó una visita de inspección del 22 al 26 de enero pasado, en la que corroboró que el Club de Pilotos Aerogolf cuenta con una autorización en materia de impacto ambiental federal signada por la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Asimismo, detectaron selva mediana subperennifolia, ecosistema que es de vital importancia para hacer frente a los ciclos ecológicos de la isla que sufre de abatimientos por huracanes, sin encontrar obras en proceso de construcción.
También afirmó que su personal realizó un sobrevuelo en la zona en cuestión sin detectar hasta ahora remociones de vegetación, por lo que continuará con la vigilancia a través de recorridos y patrullajes.