MÉRIDA.– Luego del conflicto en el aeropuerto de Mérida, taxistas del aeropuerto de Mérida negaron que sean ellos los villanos por los momentos de tensión se vivieron por el ingreso de la empresa ADO para la prestación del servicio de autotransporte en la terminal aérea.
También negaron que opongan a la competencia o que presten un servicio monopólico en el aeropuerto.
En un comunicado de prensa, la Sociedad Cooperativa de Autotransporte, filial del Frente Único de Trajadores del Volante (FUTV), indicó que sus precios no son tan altos como considera la gente y negó también que presten un mal servicio o que maltraten a los usuarios.
Respecto a los hechos que se registraron el pasado lunes en el aeropuerto, los taxistas negaron que hayan cerrado el acceso a la terminal aérea, pues nunca bloquearon el paso de vehículos o personas.
En el comunicado mencionaron que el tránsito pudo ser lento, pero siempre se mantuvo fluido durante el tiempo que duró el conflicto con ADO, empresa que pretende prestar el servicio en el aeropuerto meridano, en competencia con los taxis del FUTV, organización que encabeza Héctor Fernández Zapata.
También mencionaron que el FUTV no es monopólico en el aeropuerto, aunque hasta ahora es la única agrupación que está prestando el servicio mediante 42 vehículos entre automóviles y camionetas, los cuales tienen que renovar cada cinco años.
En el caso de los automóviles, el precio por cada uno es superior a los 300 mil pesos y en el caso de las camionetas arriba de 400 mil pesos e incluso tienen algunas de 800 mil pesos.
Señalaron que son una organización compuesta por dueños de vehículos y choferes que a diario prestan el servicio de 6 de la mañana hasta las 12 de la noche.
En caso de que alguno de sus vehículos tenga que entrar a mantenimiento, ese día esa unidad no genera ganancias y tanto el chofer como el dueño se quedan sin ingresos.
Respecto a por qué se oponen al ingreso de ADO, mencionaron que el mercado en el aeropuerto meridano no alcanza para que dos empresas puedan prestar el servicio, pues se pulverizarían los ingresos de los choferes.
En cuanto a los precios, indicaron que los taxis del aeropuerto de Mérida cobran una tarifa sustancialmente menor a la de otras ciudades. Por ejemplo, citaron que la tarifa del aeropuerto al centro de la ciudad es de 200 pesos, pero mencionaron que se recorren 10 kilómetros para llevar al pasajero y otros 10 kilómetros para que el chofer regrese a su base.
También de esos 200 pesos hay que restar 60 pesos que se pagan al aeropuerto, además de gastos de gasolina y desgaste de los vehículos. Lo que reste se divide entre el dueño del taxi y el chofer.
Para un servicio a Altabrisa, donde se recorren 32 kilómetros de ida y 32 de vuelta, se cobran 270 pesos, a lo que se restan los 60 que se pagan al aeropuerto y los demás gastos.
Precisaron que estas tarifas no se pagan directamente al taxista sino que en el aeropuerto, de tal manera que el chofer no puede cobrar de manera arbitraria y tampoco imponde la tarifa.
Sobre el mal servicio, señalaron que en varias ocasiones han solicitado al aeropuerto que la cooperativa aumente el número de vehículos, pero Asur no lo ha permitido.
En el comunicado se mencionó que en el aeropuerto de Mérida el movimiento de gente no es fluido todo el tiempo, sino que hay determinadas horas pico en las que llegan hasta cuatro vuelos y el servicio se satura, pero en los demás horarios llega solo un vuelo y en otras ninguno.
También se manifestó que a veces tienen que tratar con clientes difíciles que llegan molestos porque su vuelo se ha retrasado o porque han tenido problemas con alguna aerolínea.
"Y hay clientes que en el extranjero o en polos turísticos como Cancún pagan mucho más por el servicio de taxi, y en Mérida no quieren pagar las tarifas que son mucho menores. Y no se toma en cuenta que fungimos como guía de turistas, porque nuestros choferes están capacitados para ello, saben inglés, tienen cultura general y conocimiento de los atractivos de Yucatán".