SAN FELIPE.– Luego de la violenta jornada registrada el sábado pasado entre pescadores furtivos y hombres de mar que se oponen a la depredación del pepino de mar, hasta el hallazgo sin vida del pescador Edel Santos Cabañas, de 29 años de edad, quien perdió la vida de un disparo con arma de fuego predomina tensa calma en esta localidad.
A pesar de la calma que se tiene en esta zona costera, los habitantes aún no pueden creer que el conflicto social que ha ocasionado la pesca furtiva del pepino de mar haya estallado, hasta el grado de asesinar a pescadores, aunque todos los porteños coinciden y culpan que esto se ha sobrepasado ante la pasividad en que actúan las autoridades de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) y la Secretaría de Marina – Armada de México (Semar).
“Las autoridades saben quiénes son los buenos de este negocio” y se preguntan: ¿por qué agarran a los pescadores?. Es mejor que vayan directo y detengan a los compradores que se llenan de dinero los bolsillos a costa de los porteños. Ahorita el kilogramo cocido de pepino de mar se está pagando en Progreso, por la gente de Martín Velázquez, a 900 pesos”, dijeron pescadores de este municipio en entrevista con el Por Esto, que omitieron sus nombres por temor.
Asimismo indicaron que la mayor parte de lanchas, incluidas las de San Felipe, realizan la pesca furtiva y tienen sus sancochaderos en el sitio de los manglares conocido como Punta Arena, donde a diario pegan alrededor de 200 lanchas ¿Esto no lo sabe la Marina y Conapesca?
Los porteños precisaron que años antes, cuando estaba bien integrado el Comité Náutico de Dzilam de Bravo que ahora es una tapadera, ya que se menciona que varios de sus líderes se dedican a la compra de pepino de mar ilegal, se tenía acción y sin violentar garantías, ya que los cuerpos de seguridad del estado realizaban los operativos en el mar sin lastimar a nadie.
“Los dzilameños siempre respetaron a las personas: se quemaron lanchas, se decomisaron compresores, pero jamás atentamos o, peor aún, matamos a los furtivos, esa no es manera de calmar un problema donde el único culpable de que esto se haya salido de control sean las autoridades de pesca”, reiteraron.
“Quemen lanchas, decomisen motores, mangueras de buceo, compresores, pero llegar al grado de pegar y accionar armas de fuego, no es justo, ahora una familia está llorando por la equivocación que tuvieron los responsables que confundieron a dos pescadores de palangre con pepineros”, exclamaron los ribereños mientras leían la noticia del deceso de Edel Santos Cabañas.
Finalmente pidieron que se incremente la vigilancia, pero que se tenga una buena vigilancia, ya que siempre los engañan con la presencia de Marinos, Policías y Federales durante unos días y luego como ven que nada ocurre se retiran, para que los ilegales que ahora trafican armas puedan hacer de las suyas sin que nadie actúe contra ellos.