Por: Jéssica Saidén Quiroz *
Me siento muy feliz porque tuvimos una actividad muy esperada para quienes trabajamos en la delegación del CONAFE: la clausura de nuestro taller final “Evaluación de la Estrategia de Asesoría Pedagógica Itinerante”.
Juntos, compartimos, aquellas experiencias que enriquecieron nuestro transitar durante el curso escolar. Todo lo satisfactorio y lo no tan satisfactorio vivido en las aulas, desde donde se aplican las políticas públicas educativas de Estado.
Contar con elementos tanto cualitativos como cuantitativos, nos da la oportunidad de planear y mejorar nuestro esquema de enseñanza, actualización necesaria en un mundo que avanza a un ritmo cada más más acelerado.
Pero no podemos ni debemos hacer a un lado las historias vividas en nuestras escuelas rurales e indígenas; vivencias comunitarias que alimentan nuestra capacidad de adaptarnos a los retos que representa llegar núcleos con alto índice de marginación.
Escuchar es mantener un compromiso latente para servir a los demás, como es el caso de José Antonio Balam, joven al que conocí en la clausura de nuestro foro y quien compartió sus momentos más emotivos así como los sacrificios en la aplicación de nuestro modelo pedagógico.
Atiende a niños y niñas de nivel básico en las comisarías de X´tulin y Oteoch de Chemax, municipio ubicado al Oriente del Estado, que se caracteriza por la humilde y sencillez de su gente, herencia de la cultura maya, de la cual, nos sentimos orgullosos.
“Toño”, con 3 años de experiencia en la aplicación del Modelo, nos confío que utiliza el método fonético-sintético en sus comunidades, el cual se basa en la formación de palabras y frases a través de letras o sonidos, partiendo de lo más simple a lo más complejo.
Su mayor orgullo es que al iniciar el año, algunos de sus estudiantes de cuarto grado no sabían leer y escribir, y ahora, sus avances han sido tan destacados, que actualmente se encuentran listos para dar los siguientes pasos en su crecimiento individual.
“Cada año entregamos resultados satisfactorios, pero los buenos resultados son posibles gracias al trabajo en conjunto del asesor y de los directivos de cada una de las escuelas. En verdad, sentimos el apoyo en cuanto a materiales, disposición, tiempo y muchos elementos que hacen que la asesoría cumpla sus metas”, dijo nuestro amigo Antonio.
Pequeños pasos, pero eso sí, pasos firmes en la construcción de una niñez más preparada, porque combatir el rezago, la desigualdad y la marginalidad, es tarea de todos y vamos a lograrlo, haciendo equipo por Yucatán.
Aquí no terminamos, seguimos impulsando mejores condiciones de vida a través de la enseñanza.
Muchas felicidades y cuenten con nosotros, siempre.
Nos leemos en la próxima entrega. Pueden enviarme sus comentarios a [email protected]
* Es delegada Federal del Conafe en Yucatán