Decisiones un tanto desacertadas de las autoridades electorales se están dando en el actual proceso. Cuatro de ellas han llamado mucho la atención: 1. La revocación del exhorto que hizo el Iepac para que se suspendan temporalmente los programas sociales. 2. La aceptación para que dos partidos nuevos postulen a candidato común de otro partido como estrategia para mantener su registro. 3. La laxitud a favor del PVEM que hizo campaña anticipada, sin perder su registro como debería. 4. El mal llamado y apresurado debate entre candidatos a la alcaldía.
En relación con el primer asunto, en abril de de 2007, cuando era gobernador Patricio Patrón Laviada, el entonces Ipepac aprobó un exhorto “definitivo” para que aquél suspenda los programas sociales. En esta decisión participó la consejera Lissette Cetz Canché.
Hoy en 2015, Cetz Canché es magistrada del Tribunal Electoral del Estado y en incongruencia propuso –como ponente del caso- que se revoque una exhortación del Iepac, similar a la que antes hizo para todos los ámbitos de gobierno.
Lo que más llama la atención es este asunto, es que el referido exhorto de suspensión de programas sociales fue impugnado por el Partido Encuentro Social, que hoy por hoy tiene ínfima representatividad entre los votantes. ¿Puede un partidito como este dar al traste a un logro a favor de la democracia?
La suspensión de programas sociales es una medida que se ha aplicado en varias elecciones anteriores y que siempre ha sido considerada como un avance político-electoral, ya que coadyuva a que exista un “piso parejo” para todos los contendientes. Entonces ¿cuál fue la razón para retroceder?
¿A quién le interesaba que se suspenda ese acuerdo? ¿Quién salía ganando teniendo las manos libres para repartir a diestra y siniestra dádivas? ¿Quién lo ha hecho en los últimos meses? Es más que claro con la decisión de que siga la entrega de apoyos, se iba a vulnerar la más elemental equidad en la contienda. Entonces ¿Por qué el TEE actuó de esta manera? ¿Fue deliberado o sin querer queriendo?
Gracias a se recurrió esa decisión del TEE hace unos días el Tribunal Federal Electoral nuevamente hizo válido el exhorto recurrido por el PES y devolvió a los yucatecos una factor de equidad electoral.
El otro asunto, mal resuelto por los magistrados del TEE, es el relacionado con la adopción que hicieron el PES y Partido Humanista del candidato del PRI como propio, como una manera de esquivar la posibilidad de que pierdan su registro al ver que no obtendrían el 3% de la votación total. ¿Fue tan difícil para los magistrados locales tener un poco de sentido común para entender que un partido nuevo debe someterse al escrutinio social para seguir obteniendo prerrogativas económicas?
En su momento señalé la laxitud de la autoridad electoral que impuso un récord histórico de multas al PVEM por hacer campaña anticipada, cuando lo que debió proceder era la pérdida de su registro.
Otro yerro más reciente fue la organización apresurada del mal llamado “debate”. Para empezar el “formato” del “debate” determinó que no haya debate. Debate procede del verbo debatir; es decir, discutir o disputar sobre algo. Cosa muy diferente es la exposición de ideas, como se hizo.
Si de por sí desde hace mucho que se habla de debates que no los son, ahora empeoró la situación al realizarse un evento tan apresurado, poco difundido y no transmitido por la televisión. ¿Acaso no nos merecemos algo mejor?
Todos los casos anteriormente señalados tienen un denominador común: afectación grave a la vida democrática de los yucatecos.