Primer transplante de cabeza se podría realizar en 2017

ITALIA.– El cirujano italiano Sergio Canavero asegura que es posible que una persona sufre tetraplejia pueda cambiar su cuerpo enfermo por uno sano. Por lo tanto acaba de anunciar que dentro de dos años se podrá realizar el primer trasplante de cabeza.

Especificó, el neurocientífico director del Grupo de Neuromodulación Avanzado de Turín asegura haber superado el último obstáculo para poder llevar a cabo esta operación, el de la conexión de la médula espinal del donante con la del receptor.

En un artículo en New Scientist, Canavero explica que el procedimiento consiste en unir la parte de la espina dorsal de la cabeza separada con la parte de la espina dorsal del cuerpo receptor usando una sustancia química. Una serie de inyecciones servirían para suturar los músculos y los conductos sanguíneos.

Asimismo, dijo que una vez se haya llevado a cabo el trasplante, el paciente deberá permanecer en coma inducido durante unas cuatro semanas para evitar así cualquier movimiento. Durante este reposo, se le implantarán unos electrodos en la espina dorsal que estimulen la creación de nuevas conexiones nerviosas.

Precisó que la persona podrá hablar y mover la cabeza tras la operación, tendrá que someterse a una larga sesión de fisioterapia para poder volver a caminar.

Como es lógico, este trasplante plantea una serie de cuestiones a tener en cuenta, como el gran número de profesionales que se necesitarán para llevarlo a cabo, entre 100 y 150, así como el elevado coste que podría llegar a los diez millones de euros.

Manifestó, que el mayor problema se plantea desde el campo ético. Canavero busca ahora un país donde la legislación permita este tipo de operación. En un principio se planteó Estados Unidos aunque cree que será más fácil encontrar apoyo en algún gobierno europeo.

Enfatizó que el verdadero obstáculo es la ética. ¿Se debería llevar a cabo este tipo de trasplantes? Estoy convencido de que muchas personas no van a estar de acuerdo con ello” asegura el cirujano en el artículo de New Scientist.