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26 de Abril de 2024

Capital y Estado

El Isstey busca proteger sus finanzas, dice al confirmar el cierre del Cendi 8

Primero lo primero: El Instituto de Seguridad Social de los Trabajadores del Estado de Yucatán (Isstey) tiene como objetivo administrar de forma correcta el dinero que quincena con quincena los empleados aportan para que se les asegure con eficiencia y prudencia financiera, sus prestaciones médicas, pensiones, créditos al consumo e hipotecarios, cuidados en estancias infantiles para sus hijos y opciones recreativas.

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MÉRIDA.– Primero lo primero: El Instituto de Seguridad Social de los Trabajadores del Estado de Yucatán (Isstey) tiene como objetivo administrar de forma correcta el dinero que quincena con quincena los empleados aportan para que se les asegure con eficiencia y prudencia financiera, sus prestaciones médicas, pensiones, créditos al consumo e hipotecarios, cuidados en estancias infantiles para sus hijos y opciones recreativas.

Por lo tanto, resulta fundamental analizar la situación que los Centros de Desarrollo Infantil (Cendi) presentaron durante el ciclo 2014-2015 para procurar que exista un sano equilibrio entre el brindado a un grupo específico de familias y la rentabilidad social amplia de los recursos globales del Instituto, para beneficio de sus 42 mil 798 derechohabientes.

En este sentido, es evidente que los Cendi número 8 de Progreso y 9 de Motul operaron, en el ciclo que está por terminar, de manera crítica en lo que a ocupación infantil se refiere. En el primer caso, el espacio laboró con 45 niños cuando tiene capacidad para 195. Esto significa que trabajó al 23 por ciento de su capacidad. Asimismo, el de la segunda demarcación, funcionó con 37 infantes, cuando podría atender a 180, lo que representa una operación de tan sólo el 20 por ciento.  

Ante esos datos es previsible que el desequilibrio en estos Centros se acentúe aún más para el ciclo 2015-2016, sobre todo si se analiza la ocupación de los últimos años donde sobresale que la tendencia ha sido claramente a la baja. Por lo tanto, éste fue el último ciclo escolar durante el cual dicha situación podía ser mantenida.

Los estimados de solicitud de servicios de guardería muestran que en el próximo periodo lectivo se esperaba tener 17 niños en Progreso y 15 en Motul, lo que significaba una ocupación del 8.7 y 8.3 por ciento, respectivamente.

Es necesario destacar que estos dos Cendi son los que contaban con el menor número de hijos de derechohabientes inscritos, aspecto que se agudizó en los últimos meses. En 2013, el de Progreso tenía un registro en ese sentido de 33 por ciento, mientras que el de Motul, únicamente de 28 por ciento.

Operar Centros de este tipo, con una ocupación muy por debajo de la capacidad máxima, resulta caro e ineficiente, además contraviene indicadores y recomendaciones asimilables para este nivel de servicios, emitidas por autoridades educativas en lo que respecta a un mínimo en la densidad de ocupación, es decir, el número de infantes que se debe atender por sala o salón.

Mantenerlos en esas condiciones implicaría un aumento en los costos por alumnos. En el periodo escolar pasado, en Progreso fue de seis mil 275 pesos, mientras que en  Motul alcanzó los seis mil 512 pesos.

De esta manera para el siguiente ciclo, que empezará el 1 de septiembre, la erogación por infante, que se obtiene de dividir el costo de operación fijo del Centro entre la población atendida, se estima que ascendería a un aproximado de 12 mil 711 pesos en Progreso y 10 mil 26 en Motul. Si se realiza un comparativo, estos precios serían apenas menores a los que se pagarían por una colegiatura mensual de una licenciatura en una universidad privada.

Esta situación resulta claramente insostenible y no recomendable para las finanzas del Isstey, porque afectaría la prestación en el largo plazo de sus prestaciones esenciales, como son las médicas y de pensiones.

El Instituto garantiza que los servicios que está brindando a infantes ya inscritos en los Cendi de Progreso y Motul serán respetados. Asimismo, informa que a los padres de los alumnos que pudieran verse afectados por esta disposición ya se le ha ofrecido alternativas.

Entre las medidas por esta situación se encuentran la reubicación en Centros en Mérida, si el padre tiene ahí su espacio de trabajo, con traslado en vehículo colectivo institucional, la subrogación del servicio a través de diversas instituciones escolares privadas y en el caso del nivel maternal 3 la Secretaría de Educación estatal (Segey) ha ofrecido espacios para incorporar a quienes así lo requieran.

A su vez, los ahorros que se obtengan como resultado de esta decisión irán directamente a la bolsa de jubilaciones y pensiones, el fortalecimiento de las diversas reservas del Instituto y en ningún caso a gasto corriente.

Los inmuebles serán utilizados por otras entidades públicas estatales o federales, aprovechando así el espacio físico ocupado por los Cendi como ya ha ocurrido con los edificios que se dispusieron en Oxkutzcab y Umán.

En suma, la decisión que por unanimidad tomó el Consejo Directivo del Isstey el pasado 30 de junio sobre el cierre de los Centros de Progreso y Motul, busca cuidar y ejercer de manera eficiente las aportaciones de los trabajadores, garantizar una administración prudente de las reservas y el presupuesto y, especialmente, adecuar la estructura del Isstey a la demanda real y relevante de servicios por parte de la totalidad de sus derechohabientes. Estas decisiones son difíciles, pero necesarias.

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