Pescadores yucatecos adelantan la veda de langosta para proteger la especie

RÍO LAGARTOS.– Los pescadores de la Costa Oriente, desde El Cuyo hasta San Felipe, adelantaron la veda de langosta por segundo año consecutivo para cuidar la talla de la especie y “emparejar” la veda del mero, por lo que desde el 1 de febrero no hay compresores en las lanchas para así controlar el furtivismo, relataron hombres de mar y empresarios de congeladoras.
“Acá hubo un acuerdo entre todas las cooperativas de la Federación y, desde el 1 de febrero, no hay compresoras en ninguna lancha, se adelantó la veda de la langosta y para que no haya furtivos, sólo se puede tirar red, nada de tirar arpón, así lo acordaron a finales de enero.
“Nosotros como congeladora ni siquiera compramos langosta en la temporada, porque no hubo mucha y el precio fue alto, así que no entramos, no valía la pena prender congeladoras, lo que hubo lo manejaron las cooperativas”, relató Brenda Rodríguez, de la congeladora Propesoyuc.
Durante el recorrido que realizó POR ESTO! en este puerto pesquero, se constató que las embarcaciones no contaban con compresores a pesar que aún quedan 13 días de temporada de captura de langosta.

De acuerdo con la información de Conapesca, la temporada de langosta va del 1 de julio al 28 de febrero; sin embargo, los pescadores de esta zona costera, agrupados en la Federación de Pescadores del Oriente de Yucatán, que agrupa a 5 cooperativas pesqueras de más de 800 familias, acordaron adelantar la veda y entró en vigor el 1 de febrero, al mismo tiempo que la veda del mero.
Los compresores son la maquinaria proveedora de oxígeno para los buzos que capturan langosta, por lo que el retiro de los mismos es una forma de control a la pesca furtiva, relató Pastor Contreras Avilés, presidente de la Federación.
“Desde el año pasado se aplicó esta facultad de adelantar la veda de la langosta por un mes y, como vimos que nos dio resultado porque cuidamos la langosta y el pepino, pues la repetimos.
“De esta manera aseguramos que habrá langosta en julio próximo y que si se abre la temporada de pepino, pues también haya un poco”, dijo.

Gabriel Sánchez Ucán, pescador de este puerto y miembro de la Cooperativa “Cepeda Peraza”, es de los pocos hombres de mar que están tirando red a unas 7 u 8 millas al Norte y logra “un poco” de escama como cazón, sierra, clarito, pargo y boquinete.
“Desde fines de enero empieza a recalar la langosta pequeña y, para dejarla que crezca y que alcance su talla en julio que empieza otra vez la temporada, pues decidieron adelantar la veda.
“El furtivismo no perdona y para evitarlo se adelantó la veda para cuidar también al pepino de mar, se hizo la junta y se decidió así y lo respetamos, aunque es muy duro, porque ni mero, ni langosta, sólo tirar red, es lo único”, dijo mientras cortaba y limpiaba un cazón.

Tiempo de pacotilleros

Agregó que lo que les salva en medio de la veda de mero y langosta es el tiempo de Cuaresma, lo que significa que pueden venderle al mejor postor, no hay compromiso con las cooperativas y lo que rige es la venta de playa, la venta a los llamados pacotilleros.
“Como hay muy poca captura, se le vende al que da mejor precio y vienen muchos comercializadores a la plaza, mucho pacotillero, ahorita lo mejor pagado es el pargo y el boquinete, se nos paga a 95 ó 100 pesos el kilo.
“El más bajo es el chac chi, se está pagando a 15 pesos el kilo y estamos sacando cazón, sierra, clarito, corvina”, dijo.
Sin embargo son muy pocos los hombres de mar que están saliendo a pescar, del total habrá un 15 por ciento que lo hace, el resto busca otras formas de ingreso.
Despensas muy “piojas”

Fausto Alcocer Camelo, presidente del Consejo de Vigilancia, y Agustín Marfil Flores, de la Cooperativa de Pescadores de Río Lagartos, confirmaron que a mediados de enero detectaron que las langostas que desembarcaban eran menores a la talla mínima, que es de 13.5 centímetros: “Aquí sólo se compra con la talla mínima y vimos que estaban bajando chicas, de unos 10 centímetros, así que se hizo la junta y se acordó adelantar la veda, al principio algunos estuvieron en desacuerdo, pero poco a poco lo entendieron, que es para cuidar nuestro recurso”.
Comentaron que son pocos los pescadores que están en la captura y buscan otras actividades: “Hay que buscarle porque esas despensas que dan en la veda de mero están piojas, mejor que nos den el dinero. Nos mandan dos bolsotas de arroz inflado y un sobrecito de café “, dijeron.
La esperanza está en el mes de abril, cuando podría abrirse la temporada de pepino de mar, de la que informamos en nota aparte.