El lomo y pierna de cerdo se mantiene a 70 pesos el kilo

PROGRESO.– En estas vacaciones de verano, en el puerto la carne de cerdo se mantiene a 70 pesos el kilo de lomo y pierna, y aunque el productor ha incrementado el precio en pie los abastecedores conservan el precio, por lo que esperan que los temporadistas los visiten.
Eduviges Navarro Rosado, abastecedora de carne de cerdo, dijo que la demanda de la carne de cerdo se conserva en el Mercado Municipal, a pesar de estar en pleno verano, a pesar de que su supone que los veraneantes vienen al puerto y consumen en grandes cantidades pescados y mariscos, pero al llegar a la costa pasan con su carnicero a comprar lo que consumirán.
Muchos de los veraneantes usan tarjetas de crédito para realizar sus compras y en el mercado local no se cuenta con registros para prestar este servicio aun cuando los comerciantes están dados de alta en Hacienda.
Cuando el cliente llega a la central de abastos tiene que pagar en efectivo, pero los comerciantes de carnes de cerdo tienen más esperanza en la llegada de la temporada de pulpo porque los pescadores son grandes compradores de carne de cerdo, adquieren en canal, a veces se llevan hasta media pieza para su jornada laboral de 15 a 18 días en altamar.
La carne del cerdo siempre presenta buena demanda, porque es parte de la dieta de los porteños, ya que aún está al alcance de los bolsillos de las familias porteñas, porque la consumen en carne molida y con las vísceras del cerdo hace otros guisos para la familia.
Los locatarios dicen que el problema que tienen en el Mercado Municipal es que en el Centro los espacios para estacionarse están limitados, por lo que al cliente no le es atractivo llegar al lugar porque no tiene dónde estacionarse.
Pero la carne de cerdo en el Mercado Municipal es fresca, el cerdo está recién sacrificado, que es lo que busca el cliente para llevar un buen producto a la familia. Hay clientes fijos que usan la carne de cerdo para comercializar tacos, tortas, pastor, hamburguesas, por lo que con la llegada de veraneantes incrementan sus compras para vender en el centro de la ciudad y desde luego en las colonias de la periferia.