Progreso de Castro en su Aniversario

Miro el cielo azul de las tardes de Progreso, me parece un azul súbitamente intenso. Pareciera que la luz solar no se apaga del todo por las noches. Con ese aroma a cobalto agudo, una luna gigante y Venus alienado nada menos que con Júpiter y la propia Tierra ¿Será algo novedoso esa fogosidad con la que los astros nos saludan en el cielo de la noche progreseña? ¡Cuánto has cambiado Progreso, hasta en su profundo color azul cobalto!

Recuerdo perderme en las calles de Oaxaca y darme cuenta qué oscura es esa ciudad. Aquí no pasa, la claridad de las calles se intensifica constantemente con el cielo iluminado de las noches. El fogonazo de luz a llegar al Parque Morelos, el rostro que nos inspira las calles y avenidas iluminadas a cada rato y a cada media cuadra ¡Me pareces maravilloso Progreso!

Todavía busco un instante para sentarme en el parque a comer un helado de coco. Aun cuando llueve sobre el calor intenso de estos días. Me enamoro más de mi mujer progreseña. La amo con todo mi ser y me doy cuenta que me casé para siempre. Cuan bella mujer progreseña, morena y oscura la melena e intenso el corazón. Cuantas veces nos amamos aquí en Progreso.

Miro el rostro de mi hijo progreseño de cepa pura, amable, responsable y con sus propios ideales. Así han de ser por cierto los progreseños. Comprometidos en sus ámbitos, alegres en sus días, colaboradores en las desgracias y perseverantes en sus retos. No muy parlanchines pero si muy astutos. Camino por las playas entre las conchitas y las olas, no pierdo la oportunidad de mojarme en tu mar y mirar de frente el futuro. Me duele al alma ver cómo extraen nuestra arena a unos pasos de nuestro hogar. Lo que más me duele es a nadie le importa.

Redirijo mi mirada a mi hija que toma mi mano, un ramalazo de vida me sorprende en sus ojos chinos. Ella penetrante como un cuchillo de pedernal y tan llena de vida, se muere de ganas por ir adelante en carro.  Como el futuro que se nos avecina de golpe y porrazo crece sin avisarme. Cada mañana en cuarentaicinco años he visto cambiar las calles, los rumbos, las aceras, los parques, los trenes e incluso las playas. Playas que con sus arenas se mueven a voluntad, sin pedirle permiso a nadie. Siento a  nuestro Progreso en cada poro. Cada poro de mi piel salada que la cercanía al mar me ha hecho tener.

Todos los que aquí hemos existido saben de lo que les hablo. Amar, soñar, despertar y volver a soñar. No importa de dónde vengas, si tu destino es Progreso, si tu derrotero te conduce al mar, sabrás ciertamente que bajo las tardes del cielo azulgrana, cuando las tibias mareas del verano te rosen los pies, querrás mantener ese recuerdo por siempre en tu mente.

¿Qué nos depara el futuro? ¿Viviré para contarlo? Un sueño es estar presente el día que abran la cápsula de tiempo que los viejos árboles del centro cuidan a sus pies. ¿Qué sigue en Progreso? Si hablamos tanto de nuestra cultura, si cultura es lo que nos envuelve y nos admira. Los tiempos rodeados de sin fin de acontecimientos el día menos esperado, giran en torno al cambio.

La sociedad progreseña se ha vuelto implacable y más crítica con el tiempo ¡Nuevo cabildo! Que tendrá, si se lo permiten, enormes retos por vencer. Que no sea el simple cambio de gobernante, uno por otro. Momento histórico para cambiar la forma en que escogemos a nuestros representantes. Luchar contra la inseguridad con recursos propios. Reorganizar la policía municipal y volverla de excelencia.

Quitarle ese uniforme negro profundo a nuestros policías municipales, que desentona con la dulzura de nuestro cielo. Devolverle a todos ellos un rostro más amable en su tono y en su trato hacia con los habitantes y visitantes del Puerto ¡Que sean ciudadanos progreseños como nosotros!

Un color Turquesa deambula en el ambiente matinal del Cordobés. Turquesa que tendrá que trabajar incansablemente como si estuvieran en campaña permanente, con programas de índole social para evitar la inseguridad. Urgen más programas sociales en Flamboyanes, Paraíso, San Ignacio, Chelem, Chuburná, Chicxulub, además de todas las colonias de Progreso, urbi et orbi. Apremia una vinculación con las diferentes iglesias y creencias religiosas que no han dejado de realizar su función social.

La educación y la cultura se vuelven clave en muchos asuntos. Devolverle a nuestra Casa de la Cultura de Progreso el rango de DIRECCIÓN y no de una simple coordinación municipal. La relación con las escuelas, maestros y sus autoridades deberá ser un vínculo por estrechar. Accionar el deporte, la convivencia sin violencia, turismo como fuente de trabajo, motivar el parque industrial (recién creado), acompañar y apoyar a la juventud progreseña.

Juventud progreseña que en muchas ocasiones ha sido la carne de cañón de los políticos. Especialmente entender la realidad del Tecnológico de Progreso y del Colegio de Bachilleres, verdaderos anagramas en la educación del Puerto, que obviamente comulgarán más con la autoridad estatal que con el futuro Presidente Municipal.

La actuación de regidores de otros partidos, que tendrán que conformar el cabildo 2015-2018 será decisiva. Primera vez aparentemente tan dispar. Probablemente (sólo probablemente) las decisiones que emanen del alcalde puedan ser analizadas por los regidores opositores. Eso daría pie a un sano intercambio de ideas entre los diferentes representantes, para poder escuchar propuestas contrarias bajo el simple principio lógico de que “dos cabezas piensan mejor que una”.

Les espera a todos ellos un largo trayecto NOVEDOSO de tres años para pensar, trabajar, liderar, cabildear, luchar por la justicia social. La justicia social que tanto anhelamos en el Puerto. Mejores calles, calidad en la educación, recoja de basura GRATUITA, mayor presión de agua en nuestras tuberías, calles limpias, menos cantinas, saneamiento de parques, policía municipal de excelencia, etc. etc. etc. Por si fuera poco recordar que el nuevo presidente municipal podrá reelegirse para un segundo período de gobierno de manera consecutiva.

Sin olvidar el principio básico en cuanto se refieran a las personas que tendrán a su cargo las  Direcciones y Coordinaciones Municipales que el nuevo gobierno cree. El principio básico inventado sin querer en un comentario que se volvió emblema para estas elecciones, y que a cuesta de sudor de unos y de llanto de otros se hizo bandera de los que despertamos, trabajamos, vivimos y amamos en Progreso de Castro: “Progreso, para los progreseños”.

Sobra decir que queremos Coordinadores y Directores Progreseños. Que crecieron aquí, que viven aquí, que estudiaron con nosotros, que jugaron béisbol o futbol con nosotros, que trabajan aquí, que hacen el súper aquí, que van a la iglesia aquí. Aquí en Progreso Yucatán. Queremos a progreseños verdaderamente preparados en los diferentes puestos de las direcciones y coordinaciones municipales. Hayan participado o no en las campañas  ¿Es mucho pedir?

Como diría Voltaire: “Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a decirlo”. Por cierto ¿Quién pintó el Palacio Municipal de color Turquesa con tanta anticipación? Creo que fue el destino que brumó su brocha gorda con un dejo de esperanza. O quizá el espíritu espectral de Juan Miguel Castro Martín pidiendo a gritos el Progreso de Progreso.

¡Vive la liberté! ¡Viva la libertad!  FELICIDADES PROGRESO. 1 de Julio del 2015.