Con el objetivo de conocer más acerca del comportamiento del Flamenco Rosado (Phoenicopterus ruber), la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), en colaboración con la Fundación Pedro y Elena Hernández, A. C. (FPEH), colocó transmisores satelitales a nueve ejemplares adultos de esta especie, en la Reserva de la Biosfera Ría Lagartos en Yucatán. Hasta la fecha se han colocado 19 transmisores a igual número de flamencos; los primeros transmisores fueron instalados en el año 2017.
Mediante la colocación de esta tecnología, se obtendrá información importante para enriquecer el conocimiento sobre esta especie, como las rutas que sigue, épocas de migración, sitios preferentes de alimentación, y con el complemento de las actividades de marcaje o anillamiento de ejemplares jóvenes, permitirá obtener información sobre su longevidad.
La colocación de los nueve transmisores se realizó con el apoyo del grupo técnico conformado por personal de la CONANP-FPEH, en colaboración con cinco elementos de la brigada de vigilancia comunitaria del ejido Nuevo Mundo, realizaron las actividades de captura de los ejemplares.
El peso del transmisor es menor al 2.3% del peso corporal de los ejemplares, el flamenco puede alcanzar una altura de 1.20 a 1.40 m. El macho pesa, en promedio, 2.8 kg y la hembra 2.2 kg. El tiempo de colocación de los transmisores fue entre 13 a 15 minutos aproximadamente, protegiendo así la integridad de los ejemplares. Posteriormente fueron liberados en el mismo sitio de su captura.
El Flamenco del Caribe se distribuye a lo largo de la costa de la Península de Yucatán y tiene como principal zona de anidación los humedales costeros de la Reserva de la Biosfera (RB) Ría Lagartos lo cual es indicador del éxito y prioridad en las acciones de conservación de estos humedales.
Desde 1977 en esta Área Natural Protegida (ANP), se han realizado trabajos significativos sobre la conservación de la especie, que van desde la restauración de áreas de anidación, rehabilitación y desazolve de manantiales u ojos de agua, marcaje de ejemplares juveniles y el monitoreo constante de sus movimientos.
Estas acciones forman parte del Programa de Conservación del Flamenco Rosado que la CONANP, en colaboración con organizaciones de la sociedad civil, vienen realizando exitosamente por más de 20 años.