Mérida.– Roger Armando Barrera Cervera fue asesinado a golpes entre hierbas y basura de un predio abandonado de la calle 60 entre 79 y 81, frente a la Iglesia de San José de la Montaña de la ciudad de Mérida.
En la muerte del ex integrante de la banda “Familia Sur Trece”, Roger Armando Barrera Cervera, de 17 años, alias “El Pocoyo”, se presume que por lo menos estuvieron involucradas 5 personas, de los cuales dos ya están detenidos y puestos a disposición de la Fiscalía General del Estado: José Luis Baas Dzib, de 18 años, alias “El Comandante y Wender Abizaí Cabrera Canché, también de 18 años, alias “El Duende”.
Asímismo, se prevé la participación de 3 menores de edad en el brutal asesinato, en tanto las investigaciones de la Fiscalía continúan para integrar el expediente.
De acuerdo a las investigaciones, estas arrojaron que lo golpearon con saña para luego rematarlo con una piedra en la cabeza y que después del brutal crimen, se vieron en un Oxxo del rumbo de Los Cocos, donde finalmente fueron detenidos.
De acuerdo con información de PorEsto!, el predio donde fue encontrado el cuerpo presentaba salpicaduras de sangre en las paredes, incluso uno de los presuntos homicidas tenía huellas de sangre en la playera y los tenis.
Roger Armando Barrera Cervera fue asesinado a golpes entre hierbas y basura de un predio abandonado sin número de la calle 60 entre 79 y 81.
Al ser detenidos los muchachos, los uniformados se dieron cuenta que tenían las ropas manchadas de sangre, y cuestionarlos al respecto cayeron en contradicciones por lo que fueron llevados a la central policíaca, para luego descubrirse el porqué sus ropas estaban ensangrentadas, por lo que fueron trasladados a la Fiscalía General del Estado.
Roger Armando Barrera Cervera fue brutalmente asesinado por Wender Abizaí Cabrera Canché y José Luis Baas Dzib, ambos de 18 años de edad, debido a viejas rencillas, por lo que lo golpearon. El hoy occiso falleció por traumatismo craneoencefálico.
El predio donde murió Barrera Cervera tiene arriba de la puerta el nombre de “Jehová” y está ubicado sobre la calle 60 entre 81 y 79 del centro, entre los predios 365 y 365-A, a unos cuantos metros de la Iglesia de San José de la Montaña.
El cuerpo, que se encontraba en la morgue de la Fiscalía en calidad de desconocido, fue identificado por su madre “Katy”, a la cual le fue entregado alrededor de las cinco de las tarde.
La Fiscalía ya se encuentra integrando la carpeta con el número de expediente 238/E3/2015. El hermanito del ahora occiso, de unos 11 años de edad o menos, acudió al lugar en donde le fuera arrebatada la vida a golpes a su hermano.
El menor, vestido con una chamarra de color rojo con negro, corte de cabello tipo hongo, y un anillo de acero en un dedo de la mano derecha, caminó sobre la acera y se detuvo unos instantes en el sitio, miró el lugar donde estuvo tirado el cuerpo de Armando, para luego volver el rostro y seguir su camino a su casa, ubicada en la calle 81 entre 56 y 54 del centro, por la tienda “La Socorrito”.
El hoy occiso es nieto de doña “Elisa”, quien tuvo tres hijos varones y una mujer, la mamá de Armando. “Ringo”, el tío de Armando, murió de alcoholismo hace dos años, ya que tomaba bastante y un día lo encontraron muerto.
Hace siete años, en donde anteayer perdiera la vida Armando, fue acuchillada una persona de unos 30 años de edad que ayudaba a repartir periódicos al papá de un tal “Memo”. Un sujeto en ese lugar le clavó un cuchillo, por lo que murió en el sitio.
“Mambo” era el apodo con el cual era conocido Armando, según vecinos de la zona, los cuales dijeron que era integrante de una pandilla y que la noche de su muerte no escucharon gritos, ni golpes, ni pedidos de auxilio, ni nada.
Al parecer, de acuerdo a los vecinos, lo llevaron a la casa abandonada a rematarlo. Seguro lo golpearon en otro lado hasta dejarlo inconciente y luego lo remataron en donde fue encontrado su cuerpo sin vida.
El dueño de la casa en donde murió Armando es de apellido Puga, y casi nunca viene al predio, dijeron vecinos, pero eso sí, le tiene puesto candado con cadenas a la entrada para que nadie se meta, y cada que se acuerda manda chapear la entrada de la casa. Sin embargo, no tarda mucho y se vuelve a llenar de hierbas.
Otra vecina que vive casi al lado de la Iglesia de San José de la Montaña dijo que conoce a la mamá de Armando, que se llama “Katy” y tiene otros hijos más, siendo Armando el mayor. Según ella, el muchacho era tranquilo y hasta enamorada tenía. En eso estaba cuando vio al hermanito de Armando, al cual abrazó, viendo que el niño tenía los ojos rojos, era seguro que había llorado durante horas la muerte de su hermano.
Luego la señora lo dejó y dijo que si hubiera visto algo, hubiera hecho algo, porque uno no puede cerrar los ojos y dejar que las cosas pasen, y más cuando una vida está de por medio.
También señaló que cuando han solicitado ayuda de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), ésta ha acudido de inmediato, pues en la zona se cuenta con el apoyo de la SSP.
Otra vecina comentó que la casa es un nido de drogadictos y borrachos que quién sabe cómo se meten al lugar a realizar sus “cosas”, por lo que se le debería exigir al dueño de la casa que la venda o que le dé mantenimiento para luego alquilarla y le deje dinero y no que sirva como nido de malvivientes.