PROGRESO.– El director de Turismo municipal, Manuel Rosado Heredia, informó que como parte de los proyectos turísticos que se impulsan en este puerto, Progreso busca la instalación de un arrecife artificial.
“Estamos haciendo los estudios de impacto ambiental y el plan del arrecife, para eso necesitamos un recurso que está para este tipo de proyectos que es de 5 mdp”, expuso el funcionario del Ayuntamiento de Progreso.
El proyecto buscará que las estructuras, elaboradas por la fundación Reef Ball, se instalen a aproximadamente seis kilómetros de la costa, a la altura del parador fotográfico “Progreso” que se ubica al inicio del malecón tradicional.
“Si bien a lo mejor el fondo marino en Progreso no te permite que sea visitable 12 meses, a lo mejor te dará ocho, pero es un producto que no hay, autosustentable”, expuso el funcionario local en declaraciones al diariio El Financiero.
El representante de Reef Ball en México, Javier Dajer, explicó que recibió una solicitud de cotización para un proyecto en la localidad compuesto por unas mil 400 piezas, que es impulsado además por escuelas de buceo y un biólogo de la región.
“Estábamos hablando a diferentes profundidades con diferentes enfoques: para esnorqueleo, pesca deportiva, pesca comercial, había ya un proyecto híbrido en donde había esnorqueleo para los bañistas de la zona, una zona un poco más alejada para pesca deportiva, lancha, troleo, una tercera etapa más afuera para pesca comercial”, expuso Dajer.
Las unidades de Reef Ball son estructuras de concreto puro que se depositan en el fondo del mar y promueven el crecimiento de flora y el resguardo de fauna marina.
“Es un concreto de alta tecnología, de alta resistencia que no lleva metales, es 100 por ciento concreto. Utilizamos varios aditivos para aumentar la resistencia y darle una mayor durabilidad, que está estimado en durar más de 500 años bajo el agua. Es un concreto de arriba de 300 F’C (kg/cm2), el concreto que se utiliza para un techo una trabe es de 200 F’C, el que utilizamos es de arriba de 300 para garantizar la durabilidad”, indicó.
Son huecas para que sean permeables, de modo que la marea circule en su interior se pueda generar un efecto llamado whirlpool, que hace que el agua salga por la parte de arriba de la estructura.
Tienen forma circular para favorecer la fotosíntesis en el ciclo de vida de los corales, de manera que de cualquier ángulo pueda tener exposición a los rayos del sol, detalló Dajer. Además, esta forma le da mayor solidez que cualquier otra.
“Con otros aditivos reducimos el pH del concreto, el del mar está entre 8.2, 8.4, lo bajamos para igualarlo al del mar y garantizar que la vida se fije”, abundó Dajer.
Además, generan ruidos y cambios de corriente que atraen a los peces, pues en el agua los sonidos corren 4 veces más rápido que en el aire.
En un lapso de alrededor de cinco años, Dajer ha observado que las estructuras se cubren de vegetación y se mimetizan con el ecosistema marino.
Arrecifes artificiales como estos se han instalado en Campeche, Quintana Roo, Colima, Baja California y Veracruz. Hasta ahora suman alrededor de 25 mil unidades colocadas.