MÉXICO.–“Si el diablo me ofrece una entrevista, voy a los infiernos…”, esto dijo Scherer después de hacer una de las entrevistas más polémicas de su carrera.
Además de los reportajes que dirigió en Excélsior y Proceso donde denunciaba los actos de corrupción de los poderosos, Scherer tuvo entrevistas que se volvieron memorables por los personajes con los que habló.
"Julio Scherer, casi literalmente, ha dialogado con el país entero, con los políticos desde luego (la vivencia de los poderosos, para su generación periodística, fue el gran principio formativo), con los intelectuales, eminencias, los periodistas, los clérigos, los empresarios, y en general toda persona sospechosa de albergar noticias o bosquejos de noticias", escribía Carlos Monsiváis en su texto Julio Scherer: diálogo con la nación.
Estas son las entrevistas con las que Scherer dio de qué hablar en los últimos años de su carrera periodística.
2001, la entrevista insólita
El subcomandante Marcos y la caravana zapatista acababan de llega a la Ciudad de México a petición del presidente Vicente Fox para iniciar un diálogo y resolver el levantamiento armado surgido en 1994 en Chiapas.
Scherer y Marcos se encontraron en el patio del convento anexo a la Parroquia de la Asunción de María, en la delegación Milpa Alta. Durante una hora y 15 minutos conversaron sobre el carisma del líder zapatista y las coincidencias con Fox.
Este es un fragmento de la entrevista publicada por la revista Proceso, de la que Scherer fue fundador y director, y transmitida por Televisa.
—Aparte de que los dos ejercen una forma de poder, una forma de influencia, ¿hay algo en lo que se parezcan?
—En que contamos malos chistes los dos, en todo caso… Pero fuera de ello, no sólo representamos dos mundos diametralmente opuestos, sino que el paso siguiente también es diametralmente opuesto. Nosotros estamos marcando el mundo que camina hacia el reconocimiento de las diferencias, y él está caminando al mundo que va a hegemonizar y homogeneizar no solo al país, sino al planeta entero.
2008, Sandra Ávila Beltrán
La reina del Pacífico, presunta operadora del cártel de Sinaloa, que ha trascendido a expresiones de la cultura popular a través de corridos y libros, uno de ellos La Reina del Pacífico / Es la hora de contar de Scherer.
El periodista hizo una serie de entrevistas que culminaron en el libro, que retrata a una mujer de respuestas inteligentes y estructuradas.
Estos son algunos fragmentos de ese texto.
"Ahora tropiezo con los muros de mi celda entre la depresión y el ánimo, medio muerta y medio viva, caída y vuelta a levantar. Estoy aquí sin delito y esto ya va para 10 meses".
"Fui capturada y los medios me exhibieron con todo su poder. Narcotraficante, peligrosa, es lo menos que han dicho de mí en su gritería".
2010, Ismael el Mayo Zambada
En abril de 2010, Julio Scherer apareció en la portada de Proceso acompañado por un hombre con bigote y una gorra de beisbol, contra un fondo de vegetación, es Ismael el Mayo Zambada, segundo al mando en el cártel de Sinaloa.
El encuentro, dijo Scherer, fug concertado luego de que recibió en febrero un mensaje que decía que Zambada quería hablar con él. Tras la entrevista el periodista justificaría el encuentro con esta frase: “Si el diablo me ofrece una entrevista, voy a los infiernos…”.
Estos son algunos fragmentos de la entrevista publicada en Proceso.
"Un día decido entregarme al gobierno para que me fusile", dijo Zambada. "Me fusilan y estalla la euforia. Pero al cabo de los días vamos sabiendo que nada cambió".
Agregó que "el problema del narco envuelve a millones ¿Cómo dominarlos? En cuanto a los capos, encerrados, muertos o extraditados, sus reemplazos ya andan por ahí".
2013, Caro Quintero… como un animal salvaje
Rafael Caro Quintero, uno de los líderes históricos del narcotráfico en México y fundador del extinto cártel de Guadalajara, le concedió una entrevista a Scherer desde el penal de Máxima Seguridad de Almoloya (ahora Altiplano).
Con respuestas escuetas, Quintero habla de cómo inició su carrera delictiva, los motivos que lo llevaron a ser uno de los narcotraficantes más influyentes y de las riquezas perdidas al ser capturado.
La entrevista se publicó en el libro Máxima Seguridad y en la revista Proceso. Este es un fragmento.
–¿Qué piensa del narco, Rafael?
–A estas alturas no sé ni qué contestarle. Voy para 17 años preso. Es malo por tanto vicio con la juventud. Creo que ahora está más arraigado con la gente. En aquel tiempo no éramos viciosos. Yo no le pegaba a nada.
–¿Se pensaba inocente?
–No le voy a decir que era inocente. Tenía veintitantos años. La necesidad y la falta de estudios me hicieron meterme. Era y soy muy pobre. A estas alturas ya está uno acabado. Ahora ya no somos las personas que caímos. (CNN)