#OPINIÓN. Segundo informe, segundo año en recesión

OPINIÓN DE MARCO A. MARES

El presidente Andrés Manuel López Obrador llega a su segundo informe de gobierno con cifras que muestran la peor de las crisis económicas que ha registrado México. A dos años de que tomó posesión, el actual Jefe del Ejecutivo, la economía mexicana avanza inexorablemente hacia un segundo año en recesión.

El segundo año de gobierno lopezobradorista pasará a la historia como el que registró la caída más pronunciada en su tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto.

El primer año de gobierno lopezobradorista, el 2019, ya se registra como el año en que se interrumpieron los 30 años de crecimiento de los gobiernos neoliberales.

Ese año pasó de crecimientos promedio del 2.5% anual a un decrecimiento de -0.1 por ciento. Pasamos del crecimiento “mediocre” al decrecimiento y luego a una profunda recesión.

En 2019, exactamente en el segundo trimestre de ese año, se rompió una racha de 37 trimestres consecutivos de crecimiento económico. Al final, pese a las dudas interesadas, finalmente se confirmó que ese año México tuvo una recesión económica.

Ya veníamos mal desde el 2019, el primer año de este gobierno. Pero este año 2020, con la pandemia del coronavirus las cosas se complicaron mucho más.

La fotografía del primer semestre del 2020 deja ver, de acuerdo con datos de Inegi, una contracción económica de casi 20 por ciento. Y la expectativa es que al cierre del año, la recesión sea de -10 por ciento. Banco de México en su peor escenario proyecta una caída de 12.8 por ciento.

Hoy el Presidente de México rendirá su segundo informe de gobierno. Y las cifras oficiales impedirán que rinda buenas cuentas en materia económica. No sólo son las cifras económicas. Todavía más doloroso, es la realidad de millones de mexicanos que han perdido sus ingresos, sus empleos, sus ahorros, sus negocios.

El gobierno lopezobradorista llega a su segundo año de gobierno con heridas profundas en el aparato productivo porque decidió no apoyarlos. No apoyó ni a empresas ni a empleos.

La economía nacional, como ya lo reconoce el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, cruza por la peor crisis en casi 100 años. Y el futuro inmediato, tampoco deja ver la recuperación de la que habla el primer mandatario.

Ya lo advirtió el titular de las finanzas públicas: continuará un bajo nivel de crecimiento, mayor nivel de endeudamiento, estrecha posibilidad de crédito, menores ingresos gubernamentales.

Y por lo que planteó Herrera a los legisladores del partido Morena, viene un presupuesto marcado por la austeridad.

Continuará la austeridad. Se mantuvo en lo peor de la tormenta económica, cuando prácticamente todos los países de todas las regiones y tamaños aplicaron programas fiscales de apoyo.

Por lo visto, la austeridad, se mantendrá, a pesar de que lo que aconseja la mayoría es el aumento del gasto gubernamental.

Y por lo que se ve tampoco tiene de otra.

De acuerdo con el último informe de las finanzas públicas, al cierre del mes de julio, los ingresos del gobierno registran una caída del 5 por ciento. Y en sentido contrario, el gasto programable registra un crecimiento del 5 por ciento. Las deudas interna y externa han aumentado. Con el agravante, como también lo advirtió el responsable de las finanzas públicas de que el año entrante no habrá “guardaditos” que amortigüen los efectos de la crisis económica. Los “guardaditos” que heredó este gobierno de los “benditos neoliberales”, como alguna vez dijera Vannesa Rubio, subsecretaria de Hacienda en el sexenio pasado.

Hoy, en su segundo informe, tal vez el presidente no hable del presente y prefiera hablar del futuro. De que la economía mexicana se va a recuperar rápido. Veremos.
Atisbos

MINERIA.- De un plumazo desaparecerán la subsecretaría de Minería, que hasta ahora encabeza Francisco Quiroga. Desaparece en el contexto de las luchas palaciegas entre aquellos que distorsionan las cifras de la minería y hablan de su entrega total a las inversiones extranjeras y quienes trabajan sin estridencias. Quiroga venía restableciendo el orden en ese sector, pero sin radicalismos y sobre un diagnóstico con dimensión real.

Otra vez, se imponen radicales a moderados.